El nuevo año hidrológico del Ebro arranca con un déficit pluviométrico del 15%

Los Ayuntamientos con una población mayor de 20.000 habitants deben disponer de un Plan de Emergencia ante la sequía.

En algunas subcuencas se arrastra la escasez de lluvias desde la campaña anterior.
El nuevo año hidrológico del Ebro arranca con un déficit pluviométrico del 15%
José Miguel Marco

La Confederación Hidrográfica del Ebro ha analizado este martes la situación general de reservas en este arranque de año hidrológico 2017/18, en el que hay un déficit pluviométrico que alcanza un 15% respecto al promedio en el último semestre en toda la cuenca del Ebro.

Además, en algunas subcuencas se arrastra una escasez de lluvias desde el inicio de año hidrológico anterior (2016/2017), según informa el organismo de cuenca, dependiente del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.

A pesar de estas observaciones, que se han tratado en el pleno ordinario de la Comisión de Desembalse, los abastecimientos que dependen de infraestructuras hidráulicas se están atendiendo en toda la cuenca con las reservas disponibles, igual que los caudales ecológicos fijados por el Plan Hidrológico del Ebro, sobre los que se está realizando un intenso seguimiento.

Este pleno es uno de los órganos colegiados y de participación de la CHE al que corresponde deliberar y formular propuestas al presidente sobre el régimen adecuado de llenado y vaciado de los embalses y acuíferos de la cuenca, atendiendo a los derechos concesionales de los distintos usuarios.

El presidente de la CHE, Raimundo Lafuente, ha recordado que los Ayuntamientos con una población mayor de 20.000 habitantes tienen la obligación de disponer de un Plan de Emergencia ante situaciones de sequía, como establece el Plan Hidrológico Nacional.

Ha destacado que contar con el Plan Especial de Actuación en Situación de Alerta y Eventual Sequía es fundamental para la gestión en situación de escasez y ha adelantado que la Confederación está trabajando en la revisión de este documento para su mejora.

También ha explicado que la anterior campaña de riego terminó con dificultades y restricciones en algunas subcuencas, por lo que ha querido agradecer la colaboración y solidaridad de los usuarios, caso de las cuencas riojanas, Jalón, Huerva y Aguas Vivas (cuencas estas últimas con déficit estructural) o el eje del Ebro.

Todas las medidas de gestión de infraestructuras se han consensuado con usuarios, principalmente en reuniones de los órganos colegiados de participación, según la CHE.

Así, para paliar el extremo estiaje de verano se han realizado aportaciones extraordinarias desde el embalse de Lechago a la Comunidad General del Bajo Jiloca, o para mantener el caudal ecológico en el Eje del Ebro, por las escasas reservas del embalse del Ebro, en la cabecera, en Cantabria y por la imposibilidad de realizar aportaciones durante el verano desde los embalses riojanos, en clara situación de escasez de reservas.

En el caso de la cuenca del Jalón se adelantó el final de la campaña de riego al mes de agosto para preservar una reserva de 10 hm³ para el abastecimiento de la localidad de Calatayud.

Además, se han resumido otras reducciones consensuadas con usuarios de regadío, como la disposición de un 25 % menos de agua para riego respecto a un año normal, para los regantes del embalse del Ebro (Canales Imperial, Tauste y Lodosa) y de un 35 % menos para los regantes de los embalses riojanos y en el caso de Mansilla, a partir del 1 de septiembre las salidas se redujeron a 2 m³/s.

Por su parte, los sistemas de la margen izquierda, junto con las cuencas del Matarraña y Guadalope, han cubierto todas las demandas con normalidad con las reservas disponibles.

Junto con las medidas de gestión directa en los sistemas, desde la CHE se están aplicando desde el pasado año hidrológico acciones para garantizar el cumplimiento de los caudales ecológicos.

También se está realizando un esfuerzo en el seguimiento y control de la calidad de las aguas y una mayor vigilancia de los vertidos en la cuenca del Ebro.

Por último, en el eje del Ebro se decidió prohibir la turbinación de las centrales hidroeléctricas que produjeran reducciones de caudal en el río y que impidieran la correcta operación en las tomas de los demás.

Debido al descenso de las lluvias registradas en la cuenca y tras los consumos de la campaña, el año hidrológico 2017-2018 que arrancó el pasado 1 de octubre, ha empezado con prácticamente todos los sistemas regulados de la cuenca (a excepción del Zadorra y canal de Navarra) con reservas de embalses por debajo de la media.

Según los índices de sequía del mes de octubre se encuentran en emergencias las reservas en algunos sistemas regulados y las aportaciones en las zonas no reguladas en las cuencas del Najerilla-Tirón (reservas en embalse de Mansilla), Jalón (La Tranquera), Huerva (Las Torcas), aportaciones en la cuenca del Guadalope al embalse de Santolea, cuenca del Cinca (Mediano), cuenca del Aragón (Yesa), cuenca del Arga y Ega y cuenca del Bayas, a lo que se suman las entradas al embalse del Ebro.

Además, estaban en alerta (previa a la emergencia) las reservas del embalse del Ebro y el Eje del Ebro y las reservas de Mequinenza, las aportaciones al sistema del Iregua; cuenca del Aguas Vivas (reserva en Moneva y entradas en Cueva Foradada); cuenca del Martín (Cueva Foradada), Guadalope (Caspe y Mequinenza); las aportaciones del Segre al Oliana, las aportaciones del Noguera Ribagorzana y los sistemas de Gállego-Cinca y las reservas de Yesa.

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