La improvisación, una herramienta para "comerse el mundo" que se puede trabajar

Zaragoza acoge por segunda vez el 'Catch de impro', un torneo de improvisación amateur.

La improvisación, una herramienta para "comerse el mundo" que se puede trabajar
La improvisación, una herramienta para "comerse el mundo" que se puede trabajar

"Vas a hacer una llamada y antes de marcar el número planeas en tu cabeza qué dirás, qué no, qué contestarás según las respuestas... ¿A que has pensado alguna vez así antes de hablar sobre algo importante? Luego, llamas, y no pasa nada de lo que tú pensabas. Pero no puedes preocuparte por esas tonterías. Tienes que responder en el momento conforme suceden los acontecimientos. Improvisar es no tener nada preparado y reaccionar a lo que nos pasa. Eso hace que estemos menos preocupados por lo que pasará o no, y que reaccionemos a todo desde la verdad". Así define la improvisación Lucía Sánchez Mariñosa, quien, tras varios años estudiando teatro en Madrid regresó a la capital aragonesa, su ciudad natal, y comenzó a ahondar en esta herramienta de crecimiento personal y artístico. Ella es la promotora del 'Catch de Impro' en Zaragoza, cuya tercera edición que tendrá lugar en la ciudad este fin de semana en el Centro Cívico Río Ebro.

Según ella, "todos somos improvisadores", pero esta actividad también requiere seguir una técnica, trabajar y cierto perfeccionamiento. "Hay que leer del tema, hacer ejercicios que trabajen nuestra imaginación, nuestra agilidad mental, la escucha... Pero es muy divertido aprenderlo jugando", añade.

¿Cómo? Un buen ejemplo de ello es a lo que ella se ha referido como "el cuento del Bicho". Y es que la sesión de improvisación gratuita que se celebra cada jueves en el Teatro Bicho bajo el nombre de 'El público a escena' siempre comienza con un cuento. ¿Las normas? El público decide un lugar y un personaje principales, y dos valientes espectadores salen al escenario e improvisan una pequeña historia y una moraleja, que sendos improvisadores construyen recogiendo la palabra que acaba de decir su compañero.

"Es fácil y mola para empezar. Tenemos que contar las cosas con pies y cabeza. Como si fuéramos niños pequeños para quienes todo lo que les pasa es emocionante y una aventura", explica. "Recomiendo pensar que todos podemos hacer el ridículo. Todos nos equivocamos y todos podemos ser divertidos. Hay que probar y como dice el dicho: 'El que tiene vergüenza, ni come, ni almuerza', ¡y tenemos que comernos el mundo!".

Así, la improvisación se convierte en una herramienta para perder la vergüenza, trabajar en equipo, trabajar la creatividad, ponerse a prueba, reírse de uno mismo, ganar autoestima, aceptar retos y, como dice Lucía, "descubrir el mundo que tenemos dentro".

Y, por supuesto, también para divertirse, que es el objetivo del 'Catch' de improvisación que se celebra en Zaragoza los días 24, 25 y 26 de noviembre, "en el que 14 parejas de valientes, no profesionales de la 'impro', -podrías ser tú- se suben a un escenario a jugar con la ayuda del público". El evento, que comienza hoy y celebra este año su tercera edición, ya ha agotado todas sus entradas. No obstante, Lucía recuerda que "habrá más torneos" y que organizan cursos de distintos niveles, que se anuncian en la página de Facebook 'Catch de Impro Zaragoza'.

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