Cruz Blanca alerta de que su labor social en Aragón corre el peligro de desaparecer

La fundación podría ver reducidas las ayudas públicas que ahora recibe de 1,7 millones a 300.000 euros.

Asamblea informativa organizada por Cruz Blanca en Huesca para explicar la situación.
Asamblea informativa organizada por Cruz Blanca en Huesca para explicar la situación.
Rafael Gobantes

La Fundación Cruz Blanca en Aragón ha dado la voz de alarma. Esta entidad social podría pasar de recibir 1,7 millones anuales a 300.000 euros si la adjudicación provisional anunciada por la DGA se convierte en definitiva.

Esto afectaría a la atención de más de 4.000 usuarios de los programas que ahora tiene en marcha y en la pérdida de 16 puestos de trabajo. Asimismo, dificultará la labor de más de 300 voluntarios en la Comunidad.

Hay que recordar que hasta este año las cuantías provenientes del 0,7% del IRPF destinadas a ayudar a entidades sociales eran gestionadas por Madrid. Tras una sentencia del Tribunal Constitucional, que cambiaba este modelo, se decidió que en 2017 fueran las Comunidades las que gestionaran el 80% de las ayudas.

"Si esto se cierra el día 1 de enero, ¿cómo doy de comer a mis hijos?". Es la pregunta que se hacía uno de los usuarios del centro Hermano Isidoro de Cruz Blanca en Huesca, donde se imparten clases de formación para la inserción laboral y se ofrece un servicio de economato en el cual se pueden adquirir productos mediante puntos, en función de los ingresos familiares. Son dos de los programas que tiene la organización en la capital oscense cuya continuidad está en peligro por el drástico recorte que se quiere dar a las ayudas públicas.

La reducción de las subvenciones conllevaría la desaparición de los programas que se desarrollan en el centro de Huesca, donde el año pasado se atendió a 500 familias, según explicó ayer la coordinadora, Pilar Paúl.

Supondrá también la eliminación de todos los proyectos que se llevan a cabo en el barrio zaragozano de Delicias, donde el centro de intervención lleva también a cabo ayudas de urgencia social, atención a prostitutas y recogida de transeúntes, siendo la única unidad móvil que sale de día por las calles de la capital aragonesa.

Los programas de inserción socio laboral de la mujer y la red de viviendas, implantada en Fraga, también desaparecerían si este recorte se lleva a efecto. No obstante, desde la fundación confían en que se encuentre una solución.

"Confiamos en que se pueda dar respuesta la crisis que se ha generado", apuntó Pilar Paúl porque "muchas personas están sobreviviendo con los apoyos y el acompañamiento que hace Cruz Blanca". Así se le explicó a los usuarios y a los voluntarios en la asamblea celebrada ayer en Huesca.

Desde la Consejería de Ciudadanía y Derechos Sociales, que es la responsable de la gestión de estos fondos, se dijo ayer que se entendía la preocupación de Cruz Blanca y se insistió en que la adjudicación de fondos es "provisional". Una portavoz del Departamento aseguró que se tiene "el máximo interés en resolver este tema, ya que no está cerrado el proceso". Asimismo, Ciudadanía explicó que el reparto de fondos se ha hecho en base a la información remitida por el Ministerio.

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