La Unidad de Atención a Víctimas de Abuso con Discapacidad Intelectual (UAVDI) en Aragón se ha reunido este martes por la mañana con el Gobierno para comenzar una campaña contra la violencia hacia estas personas y concretar propuestas de actuación para los próximos meses.

Según los datos de la UAVDI, promovida por Atades, se han detectado más de 60 casos de violencia en personas con discapacidad intelectual desde su creación en 2015. De ellas, el 60% eran mujeres. "Pero esto solo es la punta del iceberg", ha declarado Victoria Ledesma, coordinadora de la unidad, puesto que los hechos ocurren tanto en el ámbito familiar como en el institucional y "son muy difíciles de detectar". Los cambios de comportamiento en estas personas son indicios claves de que pueden estar sufriendo abusos de cualquier tipo. "Hay que atenderlos aunque sean mínimos", ha añadido la coordinadora.

La reunión de este martes pretendía poner de manifiesto las actuaciones que se han llevado a lo largo del año en este ámbito. Entre ellas, la formación a más de 600 profesionales diferentes, que pertenecen al ámbito de las fuerzas de seguridad del estado, los servicios sociales, la justicia y, de manera especial, a las mujeres con discapacidad intelectual que han podido sufrir algún tipo de violencia de género por parte de su pareja. "Sigue siendo una realidad muy invisibilizada", ha lamentado Ledesma. Entre los asistentes estaban miembros del Gobierno, de las fuerzas de seguridad, representantes de Abogados y Médicos, entre otros, así como el equipo de la UAVDI Aragón.

La coordinadora ha relatado que se han encontrado con testimonios de violencia física y sexual. En ese sentido, ha señalado que hay que prestar especial atención dentro del ámbito familiar, de contextos institucionales o en la comunidad de vecinos. "En uno de los casos, un vecino entró en el domicilio de una persona con discapacidad intelectual e intentó robarle. Cuando este se despertó le agredió y sufrió lesiones", ha comentado. Aunque los que se producen en el ambiente familiar también existen: "Una menor fue agredida sexualmente por un familiar y su madre se enteró a raíz de una pequeña verbalización de la víctima que no pasó por alto", ha especificado la coordinadora.

La UAVDI se encarga de acompañar en el proceso policial y judicial a estas personas, ya que a veces "tienen unas características especiales a la hora de comunicarse". "En muchas ocasiones, la propia víctima no ha podido solicitar ayuda porque ni siquiera es consciente de que sufría una situación abusiva", ha subrayado Ledesma. "A través de la figura del facilitador  -un psicólogo especialista en discapacidad intelectual- se minimizan las dificultades para reducir o evitar la victimización secundaria", ha añadido. Ya que muchas veces se piden detalles concretos que son difíciles de recordar para los que tienen discapacidad intelectual. "Es importante conocer a las personas y hacer una valoración de sus capacidades", ha especificado Ledesma. A pesar de que lo ideal sería que el apoyo se realizara desde el principio del proceso de todos los casos, ha afirmado que no siempre es así.