Suministros de casa en casa por los pequeños núcleos

Sedovín es una empresa aragonesa con base en La Puebla de Alfindén que lleva la compra a domicilio a los vecinos de 150 municipios.

María Antonia Vila regenta Sedovín, una empresa aragonesa con base en La Puebla de Alfindén que trata de llevar la compra a casa a los vecinos de cualquier pueblo de Aragón. Vila reconoce que el grueso de su negocio lo copa la ciudad de Zaragoza pero sus seis repartidores cubren cada semana 22 rutas de reparto por más de 150 pequeños municipios en los que ejercen, sin pretenderlo, una importante labor social.

Marco Antonio Fernández es uno de esos repartidores. Tiene 40 años y en los casi seis años que lleva trabajando en la empresa y cubriendo las mismas rutas se ha convertido en el hijo o nieto adoptivo de muchos de los mayores de la provincia de Zaragoza a los que lleva cada semana la compra.

En algunas pequeñas localidades ni siquiera hay una tienda a la que ir a hacer la compra y, en las que sí la hay, siempre hay vecinos de edad avanzada que tienen difícil desplazarse y cargar con los suministros más básicos de cualquier hogar.

Marco es la persona a la que abren la puerta de sus casas muchas de estas personas a las que se les haría cuesta arriba llenar la despensa de leche, garrafas de agua o productos de limpieza si no fuese por él. Pero, además, también pueden encargarle productos frescos como frutas y verduras o alimentos precocinados.

"Te reciben con un cariño... Hay gente que te dice que te aprecia como si fueras su hijo y que te da un abrazo nada más verte. Muchos están deseando que llegues y estés un rato de charla con ellos, te ofrecen pasteles y pretenden que te quedes a cenar", cuenta divertido este repartidor. Evidentemente, el tiene que declinar la invitación y seguir su camino para llevar a la siguiente casa de la lista pero reconoce que les coge cariño. "A veces te están esperando para que les ayudes porque ha cambiado la hora y no saben retrasar el reloj o no entienden cómo hacer algo con el teléfono móvil", añade.

A día de hoy este servicio (gratuito para compras de más de 49 euros) tiene unos 5.000 clientes fijos, es decir, que lo utilizan, como mínimo, cada mes y medio. En algunos casos se ha convertido, de hecho, en una forma de que a los hijos que trabajan en otra localidad estén tranquilos, pues pueden hacer ellos mismos la compra para sus padres por teléfono o por internet y estar seguros de que les llega a casa todo lo que necesitan. "En algún caso reparto tanto a la madre como a la hija en sitios y días distintos y siempre me preguntan qué tal he visto a la otra", añade, además, Marco.

Fue el padre de Vila quién inició la actividad en el año 73, cuando empezó a repartir vino y aceite a domicilio en la ciudad de Zaragoza. El impulso definitivo llegó en el año 2000, al abrirse a otros productos y poco a poco ha ido sumando nuevas rutas y zonas de reparto.

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