El centro aragonés de Alicante mantiene desde hace 4 años una intensa actividad en la ciudad levantina. Fue fundado en 1982, “pero a mediados de los noventa se nos murió el presidente y sin habernos comunicado nada previamente a los socios cerró el local y dio de baja el centro, pero solo ante el gobierno Aragonés, no en la Generalidad Valenciana ni en el Ayuntamiento de Alicante”, recuerda Miguel Gracia Santuy (Huesca, 1945), presidente actual del centro.

“Un grupo de amigos de Aragón, gente de aquí y algunos extranjeros con raíces familiares de Aragón y residentes en Alicante dimos de alta en 2013 el centro en la Generalidad y en el Ayuntamiento de Alicante con el antiguo NIF, que estaba vigente y en regla. Sin embargo, con el cambio de leyes sobre las casas regionales en el exterior, la situación no es la misma con respecto a al Gobierno de Aragón y nos han surgido algunos problemas para formar parte de las Comunidades Aragonesas del Exterior”, añade.

Para cumplir con este trámite, los responsables del centro debían mandar 100 firmas para darse de alta pero estas fueron rechazadas “porque alegaban duplicación de firmas. Y tenían razón -reconoce-, ya que no se habían adjuntado correctamente. Las volvimos a enviar pero tampoco fueron aceptadas. Y ahora estamos preparando un nuevo documento con las firmas de los posibles socios”, apunta.

Mientras, continúan a la espera de que el Ayuntamiento de Alicante les ceda un local para el desarrollo de sus actividades, una pieza clave para el centro ya que, como advierte Gracia, “si no hay local, no hay casi socios. En el momento que tengamos una sede daremos de alta a las 120 personas que firmaron la aceptación de apertura”.

El centro aragonés de Alicante pertenece a la Federación de Casas Regionales en Alicante, y durante el año “son muchas las actividades propias o de la federación que llevamos a cabo: junto a las Fuerzas Armadas, organizamos al año sendos campeonatos de guiñote y dominó, desfilamos en la ofrenda de flores de las fiestas de San Juan de Alicante, en el día del Alicantino de Adopción, en Navidades con villancicos del Altoaragón… y no hablemos del día del Pilar. Durante las pasadas fiestas del Pilar, la catedral de San Nicolás, se llenó durante la misa previa a la Ofrenda de Flores con casi dos mil personas”, relata Gracia.

El presidente del centro aragonés de Alicante calcula que en la capital de Alicante y su extrarradio “vivirán más de dos mil familias aragonesas o de origen aragonés” y afirma que, aunque reciben apoyo de algunas instituciones aragoneses, se sienten “un poco abandonados por el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza”.

Sin conexión aérea -tras la supresión del vuelo Zaragoza-Alicante de Ryanair- y sin Ave, ocho horas de viaje, en tren o autobús, separan a los aragoneses levantinos de la capital del Ebro. “Por eso también apoyamos desde Alicante a la provincia de Teruel con la reivindicación sobre la mejora de su vía ferroviaria, que provoca que muchas empresas aragonesas no se asienten en esta zona levantina”, argumenta.

No obstante, el presidente del centro aragonés de Alicante matiza que no desea que “que ninguna autoridad del Gobierno aragonés se moleste con nosotros. Lo que pedimos es llegar a establecer un vínculo entre los aragoneses dentro y fuera de la Comunidad” y recuerda que “todos los aragoneses que visiten Alicante tienen aquí su casa y serán recibidos como se merecen, como aragoneses”.