Castelnou: sí son molinos, no son gigantes

La vida en Castelnou dio un giro radical hace una década con la instalación de la central de ciclo combinado, que a pesar de la crisis del sector genera la energía suficiente para sanear las cuentas municipales; supuso también un beneficio colectivo para sus habitantes en forma de exenciones de tasas. No obstante, la amenaza de la despoblación atenazó (y atenaza) a la localidad, como en tantos otros puntos de Aragón. Hace unos años se impulsó la iniciativa ‘Caravana de niños’, remedo de aquella organizada por los tiones de San Juan de Plan en la década de los ochenta. La idea era atraer al pueblo a familias con niños y facilitar su integración con vivienda y empleo, pero no salió bien. De las cerca de treinta unidades familiares aventuradas queda actualmente una. Todo aquello inspiró a José Ángel Guimerá para armar un documental en clave de reportaje llamado ‘Contra la despoblación: 25-A’ (2012), que hizo el circuito de festivales locales y fue candidato a los Premios Simón del Cine Aragonés.

Guimerá también parece ser producto de una factoría de ciclo combinado; es todo energía. El castelnouvense preside el Centro de Estudios del Bajo Martín, y desde este año también es la máxima autoridad en el Festival de Cine Buñuel-Calanda, que ha cumplido ya trece ediciones. Con la cámara al hombro y el bloc de notas está trabajando en un proyecto audiovisual sobre la Red de Juderías de Aragón. Además del referido documental, filmó un corto en el pueblo hace dos años: ‘Gira’.

"El proyecto fílmico sobre la caravana de niños –comenta José Ángel– fue un mediometraje de 32 minutos. Llevé durante años un blog sobre Castelnou en el que invertí mucho entusiasmo; era ilusionante ser el medio local de referencia en la red. La caravana supuso una pequeña locura, aunque la intención era buena: hice un seguimiento de todas las informaciones que generó, acumule material escrito y gráfico y quise darle esta forma de docurreportaje, en el que se oyesen las voces de todos los implicados, incluyendo a los propios periodistas, además de expertos en el tratamiento de la despoblación".

Guimerá dejó de dar seguimiento al blog hace dos años por pura deslocalización, ya que la vida le llevó a Escocia durante unos meses y luego ha repartido su tiempo en múltiples tareas. No obstante, el segundo proyecto de cine que acometió de manera personal también tuvo Castelnou como escenario en 2015. "‘Gira’ –explica– es la historia de dos molinos de viento construidos a partir de materiales reciclados, que parecen salir de la nada en un paraje muy cercano al pueblo. Llevaba muchos años pensando en que tenían una historia. El dueño de la instalación murió y los molinos cayeron en desuso, pero seguían dando vueltas sin una utilidad concreta; me pareció toda una metáfora de tantas cosas que ocurren sin sentido y por inercia en nuestra sociedad".

‘Gira’ es un falso documental protagonizado por dos reporteros reales, Carolina González y Arturo Alejandre, que trabajan en Aragón TV. En el filme entrevistaban al diseñador de los molinos, interpretado por el cuñado del dueño real. "El trabajo –comenta Guimerá, con indisimulado orgullo– recorrió medio mundo, lo llevé a Nueva York, Glasgow, Edimburgo, Montenegro y varios festivales en América Latina. Como cualquier proyecto de este tipo, sacarlo adelante no fue fácil y tuve que jugarme dinero, aunque tengo que agradecer el apoyo del Ayuntamiento de Castelnou y del Centro de Historias de Zaragoza. Creo que es un trabajo digno, y personalmente me ha dado muchas alegrías".

Guimerá también está en la junta directiva de la Academia del Cine Aragonés (ACA) que preside Jesús Marco, y funge como director del Centro de Estudios del Bajo Martín; desde allí lidera el grupo organizador del Festival de Cine de Temática Rural de Urrea de Gaén, que se celebra dentro de dos semanas. "Conocí a la gente de la ACA en 2005 por el festival Mundo Asociativo, que montamos en Castelnou. Vino José Ángel Delgado, que había sido su presidente tiempo atrás y que volvería a serlo; andaba muy implicado. También estaban Jorge Nebra, Emilio Larruga, Isabel Soria… empezamos a tener bastante contacto. También con Antonio Tausiet, anterior vicepresidente. Poco a poco, el cine me atrapó: fui colaborando en cortos con gente como Víctor Forniés o Juanjo Jiménez. Aunque mi formación es más técnica en lo audiovisual, me he ido atreviendo con guiones: trataré de hacerlos realidad en la medida de lo posible".

Desde el Centro de Estudios del Bajo Martín, Guimerá también tiene puestas sus ilusiones en el nuevo número de la revista anual ‘Rujiar’, que será esta vez un monográfico sobre patrimonio judío. Naturalmente, emerge en el horizonte la decimocuarta edición del festival Buñuel Calanda. "Son seis meses de trabajo, en el que puedo volcar preparación y ganas. Me presenté al puesto cuando salió la convocatoria y fue una gran alegría ser elegido. El primer año ha ido bien, y espero seguir mejorando".

San Valero, la Catria y el riesgo de dar gato por liebre

San Valero es el patrón de Castelnou. Los testimonios de lo que nos ha llegado en cuanto a su historia con la localidad se resumen en una anécdota acaecida un 20 de octubre, allá por el año 306 después de Cristo. San Valero, obispo de Zaragoza hacia el año 290, fue perseguido por Diocleciano y se exilió en Valencia junto a su discípulo Vicente (San Vicente Mártir). Años más tarde, en viaje de regreso hacia Enet (Enate, cerca de Barbastro) pernoctó en Castelnou. Cuando se sentó a la mesa para la cena y le sirvieron un guiso de conejo, se dio cuenta de que sus anfitriones habían intentado darle gato por liebre, literalmente, y pronunció esta frase: "Si eres gato, salta del plato; si eres conejo, estáte quieto". La tradición dice que el guiso saltó del plato.

Castelnou celebra cada 20 de octubre el día de la Catria, palabra que alude a cátedra y también a alojamiento, en honor de San Valero.

La restauración de la iglesia, una prioridad

Hace siete años, y ante el riesgo claro que suponía su estado para los feligreses, el Ayuntamiento decidió cerrar la iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción y habilitó una nave municipal para trasladar allí las celebraciones religiosas. Las cubiertas y las bóvedas presentaban un aspecto alarmante, hubo desprendimientos y se certificó un peligro real de derrumbe. Tras años de travesía en el desierto, en diciembre de 2016 salieron a concurso las obras de restauración, otorgadas a la empresa Rafael Gómez Galdón de Socuéllamos (Ciudad Real), que ya ha trabajado en templos del Bajo Martín con obras en Híjar y Samper de Calanda. El presupuesto es de 510.000 euros y la obra debe ejecutarse en un plazo de 18 meses. Se atiende a exterior e interior, e incluye la restauración de las pinturas y frescos en las capillas y los muros del templo, además de recuperar la instalación de todo el sistema de electricidad.

LOS IMPRESCINDIBLES

Las fiestas rescatadas

La Asociación Cultural La Valera ya no existe, pero en su haber hay que anotar el rescate de las fiestas veraniegas del pueblo, que no se celebraron durante doce años y regresaron con un detalle curioso: carecían de trasfondo religioso.

Isidro Claver

Alumno del Pastor de Andorra, se trata del cantador de jota más popular de la localidad, y tiene un monumento en su honor en el centro del pueblo. Su hija Lucía (ambos, en la foto) da continuidad a la tradición jotera en la familia .

El apellido Esteruelas

Es el mas común en Castelnou; de hecho, el actual alcalde lo lleva en el DNI. Su origen en el pueblo es difuso, aunque se cree que podría provenir del despoblado Asteruelas en Perdiguera, de donde habría emigrado a Castelnou.

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