Liderar una coalición de izquierdas y bajar los impuestos no es imposible en todas las autonomías. La presidenta de Navarra, la nacionalista Uxue Barkos, ha anunciado una modificación a la reforma fiscal que ya había planteado, con una sorpresiva bajada de algunos impuestos. Según informó, ha dejado exenta de tributación todas las herencias en sus primeros 250.000 euros. Hasta ahora, debían pagar el 0,8%. Además, ha incluido rebajas a todas las herencias entre 250.000 euros y 416.000 euros.

En Aragón, se paga por las herencias que superan los 150.000 euros. Si la diferencia impositiva que ya existía hasta ahora ya había hecho que numerosos aragoneses estén empadronados en Navarra, ahora esta circunstancia puede aumentar aún más.

Captar a empresarios

Además, el Gobierno foral ha llevado al Parlamento de la Comunidad vecina unas rebaja aún mayor en el impuesto sobre Patrimonio, con la indisimulada intención de seguir captando empresarios de Comunidades vecinas. En este punto han suavizado la tributación de los bienes empresariales, cuya deducción amplían del 80% al 95% a partir del millón de euros. En Aragón, deben pagar por patrimonio todos los que posean más de 400.000 euros.

Por último, el Gobierno navarro también ha propuesto aumentar en 100 euros la deducción por cada hijo menor de 3 años, siempre que la renta individual no supere los 30.000 euros o la conjunta los 60.000.

Hay que tener en cuenta que el Gobierno navarro está sustentado por fuerzas netamente de izquierdas: Geroa Bai, IU, Podemos y Bildu. Todas han reconocido que «matizarían» su propia reforma, pero –pese a sus dudas públicas– mantienen su propuesta.