Cómo se elabora un perfume

La ciencia de las fragancias sigue siendo un misterio para la mayoría. Sin embargo, se trata de un producto que lleva utilizándose desde hace miles de años.

Los perfumes falsificados pueden no cumplir las normativas de la industria cosmética.
Existen diversas familias de familias olfativas (cítricos, florales, amaderados, etc.)
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La civilización árabe ya apreciaba las cualidades olfativas de frutas y plantas. De hecho, los jardines eran un elemento muy deseado en los palacios por aquel entonces. Ellos, fueron quienes desarrollaron un arte que comenzó en el antiguo Egipto. Experimentaron con nuevos perfumes gracias a una nueva especialidad, la alquimia. Gracias a esta ciencia, empezaron a extraer nuevas esencias y propiedades de las plantas.

A partir de ese momento, la fascinación por las fragancias vivió altibajos a lo largo de la historia. Hasta la Edad Media no se reconocería la profesión de perfumista como tal, así, en Francia se fueron estableciendo nuevos puntos de venta y comenzaron abrirse escuelas especializadas en este oficio. De esta forma, tras cuatro años de estudio nacían los primeros maestros perfumistas.

Con el tiempo, la química comenzó a ganarle terreno a la alquimia y con ella, se pulieron las técnicas, obteniendo como resultado fragancias de mayor calidad y duración. Los frascos comenzaron a adquirir importancia y sus diseños y materiales con los que se elaboraban eran cada vez más exóticos. Con el fin de la Revolución Francesa, la perfumería había logrado asentarse, dando como resultado una industria en la que el aroma de la fragancia es tan importante como el envoltorio o las campañas de marketing para darla a conocer.

Cómo crea una fragancia

Sin embargo, su elaboración sigue siendo aún un misterio para la mayoría, los adelantos científicos han permitido conseguir fórmulas cada vez más complejas. Principalmente, existen cuatro métodos para fabricar un perfume:

Destilación. Se trata de uno de los métodos más antiguos y más empelados, sobre todo para flores, plantas y hierbas. Se separa por evaporación la parte sólida del vegetal se introduce en el alambique. Se añade agua hasta que el material quede completamente bañado. Mediante evaporación el agua arrastra los aromas a la columna de destilación donde se condensan y se recogen en un recipiente.

Expresión. Suele utilizarse en los frutos, consiste en exprimir la corteza de los mismos, tras agujerearla y comprimirla.

Extracción. Se utiliza en plantas y vegetales y, mediante disolventes, se extrae las materias aromáticas. Antiguamente, se utilizaban grasas animales para realizar este método. Poco a poco, estas sustancias se han ido sustituyendo por disolventes volátiles.

Maceración. Este el método más antiguo y se suele utilizar para conseguir el perfume de materias primas más delicadas, como algunas flores. Se trata de colocar los pétalos en una fina capa sobre una película de grasa animal, encima de una plancha de vidrio. A las 24 o 48 horas se retiran los pétalos y se repite la operación hasta que la grasa se sature con el aroma.

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