Nueve meses sin poder beber agua del grifo

El Ayuntamiento alertó a la población, tras detectar altos niveles de niveles de nitratos en la captación

Rafaela Blas y Emiliano Sebastián rellenan una botella de una garrafa de agua.
Rafaela Blas y Emiliano Sebastián rellenan una botella de una garrafa de agua.
P. S.

El Ayuntamiento de Villarroya del Campo, con 80 habitantes censados, recomendó en febrero a la población no consumir agua del grifo, dada la elevada concentración de nitratos que registra la captación. Una situación que, nueve meses después, sigue sin resolverse. Y mientras, los vecinos se han tenido que resignar a comprar garrafas y a utilizar ese líquido embotellado, incluso, para cocinar.

El alcalde, José Carlos Franco, trasladó ayer su malestar por este problema de abastecimiento: "En nuestro término municipal no hay explotaciones ganaderas, pero sí en las localidades de alrededor. La cabecera donde nace el río que abastece al pueblo está contaminada porque no se hace una buena gestión de los residuos". Los análisis de hace dos años ya recogían altos niveles de nitratos, pero fue el pasado febrero cuando el límite se superó. Este tema se abordó en un pleno del concejo abierto y, según recordó el responsable local, después lo pusieron en conocimiento del Instituto Aragonés del Agua. En una reunión posterior se decidió analizar el agua de la fuente del Botear, a un kilómetro del casco urbano, para "ver si era apta para el consumo urbano y si tenía caudal suficiente para ser mezclada con el agua del pozo actual". Este punto, sin embargo, también presenta alta concentración de nitratos.

Franco trasladó entonces la situación tanto a la consejería de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón como a la Diputación de Zaragoza, institución a la que solicitaron en junio una ayuda de urgencia para construir una potabilizadora, que todavía no se ha resuelto. El portavoz popular en la DPZ, Francisco Artajona, preguntó ayer en el pleno sobre el retraso en la concesión de esta subvención para corregir la situación. El presidente, Juan Antonio Sánchez Quero, se comprometió a "resolverlo en breve" porque "hay que garantizar el abastecimiento". La solución pasa por instalar una estación de tratamiento por ósmosis inversa. Fuentes de la DPZ informaron de que se está completando la tramitación administrativa para poder sacar a concurso las obras, que serán ejecutadas por la propia institución provincial. El presupuesto máximo es de 46.500 euros.

Esta planta, tal y como adelantó el alcalde, va a ir junto al pozo de extracción, e incluso se habló ya con el propietario del terreno, que cederá el suelo. "Llevamos desde febrero sin poder beber agua del grifo, y esto no puede seguir así", indicó Franco. "La gente tiene que comprar garrafas o bien ir hasta la fuente, pero el pueblo está muy molesto con todo esto", dijo.

Un matrimonio de Villarroya, Emiliano Sebastián y Rafaela Blas, indicó ayer que no utilizan el agua del grifo "ni para lavar las verduras". "Llevamos así ya muchos meses y para nosotros es una molestia grande, porque somos mayores". "Nosotros vivimos en el pueblo todo el año, y nunca nos había pasado esto, porque aquí el agua era muy buena", apuntó Rafaela. De la misma opinión se mostro su nieta, Patricia Sebastián, de 21 años, quien explicó que cuando se desplaza a un supermercado aprovecha para comprar garrafas pero "si se acaban, tengo que coger el coche e ir a rellenarlas a la fuente". Esta joven se ha trasladado ahora a la pequeña localidad zaragozana desde Madrid, con lo que esta situación "choca bastante".

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