Los colegios de educación Infantil y Primaria públicos y concertados de Aragón van a contar con un centro de salud de referencia que dirigirá los protocolos en situaciones de emergencia y colaborará en la atención de alumnado con patologías específicas como diabetes, asma, epilepsia o alergias, entre otros.

Se trata de un plan específico de salud escolar que tiene como objetivo no estigmatizar al alumnado con algún tipo de enfermedad crónica o rara y que pueda desarrollar su actividad escolar con normalidad.

Así lo ha explicado el consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón, Sebastián Celaya, con motivo de la firma con la consejera de Educación, Mayte Pérez, de un protocolo para favorecer la adquisición de hábitos saludables a través de la escuela.

El protocolo permitirá continuar con actividades que se desarrollan en la educación para promover una vida saludable del alumnado y docentes como los programas cine y salud; pantallas sanas y Unplugged y Órdago (para la prevención de adicciones); dientes sanos (para potenciar la higiene bucodental y la atención odontológica) o sol sano (fotoprotección solar y prevención del cáncer de piel).

Son programas, como ha detallado Mayte Pérez, que inciden en aspectos como una alimentación saludable, la realización de una actividad física regular, el bienestar emocional y la convivencia, en las consecuencias del consumo de tabaco y otras drogas, la igualdad, la prevención de la violencia, la educación afectivo sexual o el uso de dispositivos móviles y nuevas tecnologías.

"Lo importante para la salud es prevenir y educar para que la ciudadanía sea responsable de sus hábitos de vida", ha resumido Celaya.

El protocolo se amplía ahora a la colaboración entre docentes y sanitarios para favorecer que los estudiantes que sufran algún tipo de enfermedad puedan asistir con normalidad a su colegio porque, ha dicho, "la escuela es el sitio donde el niño vive y donde tenemos que atender todas sus necesidades".

Las familias tendrán que llevar al centro escolar un formulario de referencia en el que se especificará qué tipo de medicación y cómo debe administrarse, todo supervisado por el pediatra del menor, al que el centro recurrirá en caso de necesidad.

El objetivo es abordar cada caso de manera individualizada y para ello el Departamento de Sanidad prestará información, asesoramiento y formación a las estructuras de la orientación educativa y a otros profesionales docentes y no docentes para establecer pautas comunes de actuación en los centros educativos.

No obstante, la consejera de Educación ha advertido que a los docentes no se les va a obligar a suministrar la medicación, por lo que también se va a permitir la entrada de las familias o tutores a los colegios en horario lectivo.

Según Pérez, "no se trata de cargar al docente", sino de darle seguridad a éste, a las familias y a los equipos directivos.

"Vamos a buscar soluciones al problema", ha asegurado Pérez, para quien es "excesivo" contar con una enfermera en cada centro solo para atender estos casos.

Otro punto que incluye el protocolo es la formación en primeros auxilios de docentes, de manera coordinada, para que sean los encargados de impartir estos conocimientos en las aulas, de manera que toda la comunidad escolar sea conocedora de estas actuaciones básicas en el caso de que sea necesario.

En el ánimo de dar respuesta a la accesibilidad de información en el caso de desconocimiento del idioma o problemas de comunicación por parte del alumnado y de sus familias, se facilitarán recursos gráficos y medios técnicos de la plataforma aragonesa de sistemas aumentativos y alternativos de comunicación (ARASAAC), coordinada por la Dirección General de Innovación, Equidad y Participación.

Educación y Sanidad trabajarán conjuntamente para analizar qué documentos, cuestionarios o cualquier otra información se precisa adoptar a través de pictogramas.