La DGA reduce un 2% el peso que da a las políticas sociales en su presupuesto

El ajuste se produce en el gasto sanitario de 2017. A cambio, aumenta la parte que se destina a la deuda Asturias, Madrid y Castilla y León, líderes en Sanidad

Javier Lambán este viernes en las Cortes.
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Guillermo Mestre

Aseguran que es el gobierno aragonés "más social" de la historia, pero los números empiezan a poner en cuestión esa afirmación. El Ministerio de Hacienda ha destapado que el Ejecutivo PSOE-CHA está reduciendo progresivamente el peso que da al gasto social en sus presupuestos. Según el último análisis que ha elaborado el Gobierno central sobre los presupuestos de las 17 autonomías, la DGA prevé destinar a sanidad, educación y ayudas sociales el 64% del gasto total previsto para 2017. La cifra es relevante, pero se sitúa por debajo del 66% que destinó en 2016.

El ajuste en política sociales tiene un directo beneficiario: la partida que dedica la DGA a pagar la deuda que acumula. En 2016, le dedicó el 11% de sus presupuestos. En 2017, el dinero que habría habilitado la DGA para afrontar los costes financieros va a representar más del 13,5% del gasto total.

El recorte en el gasto social es porcentual respecto a su peso en el presupuesto total, pero no en las cantidades netas. La DGA cuenta este año casi con un 10% más de fondos que en 2016, así que hay una subida generalizada en cada una de las políticas que analiza el Gobierno central sobre Aragón. Sin embargo, la clave es que las sociales suben por debajo de la media. Como ejemplo, la DGA destinó a Sanidad un total de 1.789 millones en 2016. Este 2017 la cifra se va a aumentar en unos 90 millones. Sin embargo, apenas supone un incremento del 5,5%, cuando la inyección extra que recibe la DGA este año es del 9,4%, que suponen 443 millones.

Este colchón con el que ha contado Javier Lambán ha permitido que este año el gasto en sanidad está subiendo el citado 5,5%, en educación un 8,8% y las ayudas sociales un 7%. El problema político es que todas esas cifras están por debajo del 33% de aumento que ha impulsado la DGA para el gasto en financiar su deuda. En 2016, el Gobierno aragonés dedicó a esta partida 1.056 millones de euros (el 11% de sus presupuestos). En 2017, la cifra se habrá disparado hasta los 1.113 (el 13,5%). En el caso de que el Ejecutivo PSOE-CHA hubiese llevado una política de endeudamiento más moderada y hubiese optado por subir el gasto social al mismo nivel que el conjunto de su presupuesto, la DGA habría tenido hasta diciembre unos 85 millones más para sanidad, educación y protección social.

Los efectos tras el primer año

El ajuste porcentual que está teniendo la DGA en cuanto al gasto social en 2017 está relacionado también con el fuerte aumento que tuvo en el ejercicio anterior. En 2016, a costa de subir todos los impuestos autonómicos, Lambán consiguió situarse como el nuevo presidente autonómico que más aumentó las partidas sociales. Según la estadística de Hacienda, ese liderazgo habría durado un año, debido al alza de la deuda.

En el área de Sanidad, la Comunidad que está haciendo un mayor esfuerzo en 2017 es Asturias. Prevé dedicar más del 40% de sus presupuestos a gasto sanitario. Le siguen Castilla y León y Madrid (con un 37%) y después se sitúan Canarias y Aragón (con un 36%, dos puntos menos que en 2016).

En el otro extremo de la tabla están Cataluña (dedica un 29% a su sanidad), La Rioja (un 28%) y Navarra (un 25%). En el caso de las dos últimas autonomías, tiene una explicación clara, en cuanto a que su reducido tamaño reduce los costes del servicio.

En cuanto a las ayudas sociales, la DGA es la novena en compromiso presupuestario. Dedica el 7,3%. Por delante están Navarra (más del 10%), Asturias y La Rioja, entre otras. Cierra la tabla Baleares, que no llega al 4%.

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