La juez descarta que el atropello mortal de un zaragozano en Tudela fuera premeditado

Concluye la investigación del accidente que costó la vida el pasado 16 de abril al joven de La Almozara Carlos Pellejero y atribuye hasta cinco delitos al conductor drogado que lo arrolló cuando regresaba con sus amigos de una romería popular.

Estado en el que quedó el vehículo que arrolló y causó la muerte del zaragozano, Carlos Pellejero, de 20 años.
Estado en el que quedó el vehículo que arrolló y causó la muerte del zaragozano, Carlos Pellejero, de 20 años.
Policía Foral de Navarra

La juez que investiga el atropello mortal del zaragozano Carlos Pellejero, de 20 años, ocurrido el pasado 16 de abril en Tudela, ha dado por concluidas esta semana las pesquisas. Lo ha hecho tras descartar que fuera una acto premeditado y con un auto en el que atribuye al causante del accidente, Abel L. P. C., de 28 años, la presunta comisión de hasta cinco delitos: homicidio imprudente, lesiones imprudentes, conducción temeraria, conducción bajo el efecto de las drogas y omisión del deber de socorro. Los cuatro primeros, acumulados, conllevarían una condena que nunca podría superar los cinco años de prisión. El quinto, sin embargo, no se incluye entre los delitos imprudentes, por lo que en caso de apreciarse supondría un castigo añadido de entre seis meses y cuatro años más.

La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Tudela ha emplazado ahora a la Fiscalía y a las acusaciones particulares para que presenten sus escritos de calificación, de cara a hacer después lo propio con la defensa. En ese momento, el caso enfilará su recta final y solo quedará poner fecha al juicio, que se celebrará el próximo año en Pamplona.

Un extraño escrito en Facebook

Concluido el interrogatorio de los testigos, la magistrada estaba a la espera de conocer el informe encargado a la Policía Foral sobre las llamadas y mensajes del teléfono móvil del encausado, en prisión provisional desde que ocurrieron los hechos. La prueba fue solicitada por la abogada Carmen Cifuentes, que representa a los padres del fallecido, tras saber de un extraño texto publicado en Facebook por el conductor apenas una hora antes del fatal atropello. «Sabéis lo que me pasa y no olvidaré nunca», escribía, a modo de aviso a navegantes.

Los investigadores analizaron las últimas comunicaciones de Abel L. P. C. para intentar averiguar si este había anunciado a alguien lo que después iba ocurrir. Sin embargo, el estudio del terminal no ha sacado a la luz ninguna prueba que haga pensar que el atropello de Carlos Pellejero fue premeditado.

En el auto con el que pone fin a la fase de instrucción, la juez recuerda que el encausado conducía a una «velocidad excesiva» cuando arrolló al joven vecino de La Almozara, que resultó fallecido, y a la novia y una amiga de este, que tuvieron que ser hospitalizadas. De hecho, a una de las chicas la llevó varios segundos sobre el capó, hasta que hizo una maniobra violenta para que cayera al suelo.

Pese a los insistentes requerimientos de los dos jóvenes que iban con él en el coche, el conductor continuó la marcha a gran sin mostrar ningún interés por el estado de las víctimas. Eso sí, cuando bastantes metros después frenó para que se apearan del vehículo sus acompañantes, Abel L. P. C. les pidió que no dijeran nada.

Habrá que ver ahora si el ministerio público y las acusaciones le acusan también de omisión del deber de socorro, ya que los tribunales acostumbran a condenar por este delito únicamente cuando las víctimas quedan en situación de desamparo sin nadie que pueda asistirlas. Y en este caso, por el camino donde se produjo el accidente transitaban muchas personas que volvían de una romería.

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