Afectados por el recrecimiento de Yesa se movilizan para que no se llene

Diversas organizaciones de afectados piden que el embalse no se llene a mayor cota de la actual, ya que consideran que "entraña unos riesgos inasumibles".

Estado de las obras del recrecimiento de Yesa, el pasado mes de julio.
La nueva presa de Yesa supera los 60 metros de altura tras una inversión de 150 millones
Envuelo

Diversas organizaciones de afectados por el recrecimiento del pantano de Yesa (Zaragoza-Navarra) se movilizarán el próximo sábado en la capital aragonesa para que el embalse no se llene a mayor cota de la actual, ya que consideran que "entraña unos riesgos inasumibles".

Río Aragón-Coagret, Yesa + No y la Red de Agua Pública de Aragón (RAPA) han organizado el próximo sábado a partir de las 10.00 en el Centro Cívico Río Ebro de Zaragoza un encuentro de afectados que incluirá debates, un acto reivindicativo y la presentación de un informe de seguridad sobre el recrecimiento.

"La confederación sigue sin demostrar con estudios rigurosos que la nueva presa sujetará las laderas y eliminará las inestabilidades. Y no demuestra tampoco que el llenado no generará más inestabilidad", ha defendido en una rueda de prensa este jueves en Zaragoza el presidente de Yesa + No, Iker Aramendia.

Según Aramendia, representante de la asociación navarra, el informe técnico que se presentará en la jornada revela que "el deslizamiento sigue adelante" y que el pantano "entraña unos riesgos a día de hoy y que si a futuro se lleva a cabo un llenado los riesgos serán inasumibles".

"El nuevo mensaje pasa de 'Yesa no' a que Yesa no se llene", ha añadido por su parte el presidente de la Asociación Río Aragón, Miguel Solana.

Tal y como ha subrayado Solana, los afectados por esta presa del río Aragón han ido cambiando "a lo largo de los más de 30 años que el proyecto lleva encima de la mesa". Para él los perjudicados van ahora "mas allá del mero espacio físico inundado" e incluyen también a los pueblos "aguas abajo" de la presa, los antiguos habitantes de pueblos expropiados por el actual embalse, la montaña como productor de agua, agricultores de las Cinco Villas y los habitantes de Zaragoza, "que contribuyen con sus impuestos".

De hecho, para la portavoz de la Red Pública de Agua (RAPA), Carmen Tejero, "Zaragoza se convierte en pagana de algo que no va a disfrutar".

Para Tejero, la opción del recrecimiento de Yesa "no es viable" ya que ha considerado que "no existe a futuro, entraña riesgos y no se podrá aprovechar el agua para regadío en un contexto de sequía y cambio climático".

"Multiplicar por dos o casi tres la capacidad de agua en esa zona inestable aumenta el riesgo sí o sí", ha añadido el presidente de la Asociación Río Aragón, quien ha aclarado que en este momento "la batalla no es tanto que tiren la presa abajo como que no metan más agua en ese sitio".

Además, Solana ha hecho referencia a una "afección económica" que "debería llevar a una reflexión mínima" puesto que ha determinado que la presa "ha pasado de ser presupuestada por 113 millones cuando se adjudicó a los 450 que están contemplados actualmente".

Este primer Encuentro de afectados por el recrecimiento de Yesa contará con la participación de agrupaciones ecologistas y de afectados de las comarcas aragonesas de La Jacetania y Cinco Villas, de la ciudad navarra de Sangüesa, de Zaragoza y de los pueblos expropiados.

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