Salillas de Jalón: mimos al paladar y alivio al bolsillo

Casa JoseFran trae desde hace dos años a Salillas de Jalón una propuesta culinaria accesible que sorprende y enamora.

María Antonia Asensio y José Francisco Hidalgo, iluminados por buenas ideas culinarias en el restaurante Casa JoseFran
Salillas de Jalón: mimos al paladar y alivio al bolsillo
Laura Uranga

El pueblo de Salillas de Jalón rezuma jota, desde el peso de la historia aportado por Ángel Solá a la actual vocación formativa. La vía del tren, que conecta el pueblo a Zaragoza en un pispás, sirve de caudal biunívoco de intereses culturales y vivenciales entre residentes e hijos del pueblo, que han cambiado de base pero regresan cada fin de semana al lugar que les vio nacer. Además de ese trasiego, hay quien ha decidido jugar sus bazas en Salillas, hasta el punto de sentirse ya parte de la realidad local. María Antonia Asensio y José Francisco Fidalgo vienen de la cercana Lucena de Jalón, llevaban varios veranos asumiendo la gestión de las piscinas de Salillas y desde hace dos años, están al frente del restaurante Casa JoseFran, éxito comarcal que genera nuevos adeptos de manera exponencial.

"Yo tenía experiencia previa en las cocinas y la hostelería. En las piscinas tratamos de buscar algo diferente desde el principio, aparte de las lógicas limitaciones para la restauración en un entorno así –apunta José Francisco– y nos inventamos el bocadillo de Salillas, que lleva cuatro carnes distintas y huevo campero cocinado a baja temperatura. A la gente le encantó y nosotros hallábamos un extra veraniego que podíamos compaginar con nuestros respectivos trabajos".

Salillas de Jalón: mimos al paladar y alivio al bolsillo

Un poco más allá

Hace dos años, el espacio que actualmente alberga el proyecto Casa JoseFran salió a concurso. "Se buscaba –recuerda el chef de la casa– una explotación privada de este espacio municipal y nos lanzamos; teníamos ilusión por hacer cosas más elaboradas. Empezamos poco a poco y no hemos parado de crecer, desde las adiciones al equipamiento de cocina a la propia ampliación de conocimientos. Ahora viene gente de los pueblos de alrededor, en busca del punto diferencial; ideamos la fórmula de preparar dos platos fuera de carta cada fin de semana, una carne y un pescado, y publicarlos cada jueves para animar a la gente a probar la novedad".

María Antonia hace las funciones de maitre y también se encarga de la decoración. "El viernes por la noche tenemos sobre todo a gente del pueblo; el sábado llenamos al mediodía y a la noche, y si no reservas es complicado encontrar sitio. El domingo tenemos mucho público familiar. El menú entre semana es de 7,5 euros, café aparte, y 10 el fin de semana. Vamos explicando los platos y aconsejamos el mejor modo de consumirlos".

Los dos responsables de Casa JoseFran también ejercen como comerciales de diversos productos. "Viajamos mucho por trabajo, pero la gastronomía es uno de los alicientes: aprendemos de lo que vemos. Además, trabajamos mucho el producto local; contamos con amigos que nos surten de productos de huerta como calabacín, tomate, cebolla o pimientos que integramos en los menús, y en Épila contamos con una pareja joven con gallinas camperas, solamente usamos sus huevos. También hay un carnicero allí que trae una ternera espectacular, no hace falta ir lejos, solo nos fallan –ríen ambos– los rodaballos, que no aparecen en el Jalón".

A principios del año que viene, José Francisco y María Antonia harán un curso de cocina molecular en el Basque Culinary Center... pero tienen claro que adaptarán lo aprendido al concepto de su espacio: creen en no cansar y, al mismo tiempo, no confundir.

LOS IMPRESCINDIBLES

Las viviendas cueva

Están en el interior de unas colinas de elevación suave. Hay unas sesenta en la parte norte del pueblo, junto a las vías del tren, y fueron excavadas bajo tierra, no agujereadas en el monte.

Iglesia de San Martín

La construcción definitiva de este templo data de 1703. Lo más llamativo es la torre que se levanta adosada al lado del Evangelio, entre el atrio de entrada y los pies. Debió de estar exenta en su día.

Ángel Sola, el virtuoso

Nacido en Salillas en 1859 y secretario del Ayuntamiento local, Sola está considerado como el mejor bandurrista de la historia y uno de los padres de la jota aragonesa en sus formas actuales.

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