Una redada en un 'after' de Zaragoza lleva al banquillo a un policía y a una clienta

La mujer, que fue detenida por atentado, pide un año de cárcel y dos de inhabilitación para el funcionario, al que acusa de romperle la nariz. El agente niega que la golpeara y asegura que su intervención fue "proporcionada".

Fachada del 'after' donde se produjeron los hechos, en el número 28 de la calle Bolonia de Zaragoza.
Fachada del 'after' donde se produjeron los hechos, en el número 28 de la calle Bolonia de Zaragoza.
Heraldo.es

La redada antidroga que la Policía Nacional organizó el 7 de mayo de 2016 en un conocido ‘after’ de la calle Bolonia de Zaragoza ha sentado este martes en el banquillo de los acusados a uno de los agentes que participaron en el dispositivo y a la única clienta del establecimiento que fue detenida aquella madrugada (no por tenencia de estupefacientes, sino por un delito de atentado). La mujer acabó con la nariz rota, lesiones que atribuye a la reacción «altiva y desproporcionada» del funcionario David M., para el que solicita un año de prisión y dos de inhabilitación.

Durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial, el policía ha negado haber pegado a Beatriz C. y ha defendido la «licitud y proporcionalidad» de su intervención. Personado además como acusación particular a través de la abogada Pilar Sangorrín, el agente ha propuesto a los magistrados de la Sección Sexta que condene a la mujer a un año de cárcel y multas por importe de 840 euros por un delito de atentado y dos delitos leves de lesiones: las que sufrieron tanto él como el oficial que le ayudó a reducir a la encausada.

La Fiscalía solo acusa a la clienta del bar El Páramo, para la que pide siete meses de prisión por un delito de atentado. Según esta, las «circunstancias» –entrada la madrugada, tras muchas horas de consumo de alcohol y puede que otras sustancias...– condicionaron sin duda los hechos. «La acusada es una persona perfectamente integrada, educada y con formación, pero creo que tiene una percepción errónea de lo ocurrido», ha señalado el representante del ministerio público, Manuel Torralba. «Ella misma ha reconocido durante su declaración que no sabe si fue el cabezazo que supuestamente le propinó el agente o el golpe que se dio contra el suelo al ser reducida el que le rompió la nariz», ha añadido.

Sentimiento de "humillación"

Para la acusación pública, no hay prueba de que el agente actuara con la violencia que le atribuye la denunciante. "Ni siquiera los testigos que ella ha traído al juicio vieron que el funcionario le diera el cabezazo del que ella habla", ha precisadoTorralba durante su informe. "Más bien creo que fue su sentimiento de humillación –ha apuntado–, unido a lo que pudiera haber tomado aquella noche, el que llevó a esta mujer a propinar al agente un tortazo". Porque tanto David M. como los compañeros del Cuerpo Nacional que han declarado como testigos aseguran que la encausada sí golpeó al acusado en el rostro.

La abogada de la acusada, Sheila Fernández, no solo ha puesto en duda la credibilidad de los agentes que han comparecido en la vista oral, sino que ha acusado a David M. de mentir. "Mi defendida no pegó ningún tortazo a este señor, lo único que hizo fue tocarle un poco la espalda para que le permitiera salir del local", ha asegurado. Para la letrada, no hay duda de que fue el agente quien rompió la nariz a Beatriz C. al hacerle una llave para tirarla al suelo, de ahí que le atribuya un delito de lesiones, así como otro contra la integridad moral.

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