Veinte años dando la bienvenida a las grullas en Gallocanta

La Asociación de Amigos de Gallocanta organiza actividades desde hace dos décadas con motivo de los movimientos migratorios de estas aves.

Grullas en Gallocanta.
Veinte años dando la bienvenida a las grullas en Gallocanta
José Miguel Marco

Desde mediados de octubre y hasta finales de diciembre, miles de grullas pasarán por la laguna de Gallocanta. Es su viaje postnupcial, tras criar en el norte de Europa se dirigen hacia el sur para pasar el invierno. Aunque la mayoría solo harán una parada temporal en este humedal aragonés, unas 15.000 se quedarán en lo que para esta especie es un resort de invierno. El resto viajarán hasta Extremadura o Doñana, en su mayoría.

Con motivo de este movimiento de grullas, la Asociación Amigos de Gallocanta organiza lo que se conoce desde hace 20 años como la fiesta de bienvenida. En torno a este acontecimiento, que se prolonga de forma escalonada durante algo más de dos meses, se organizan una serie de excursiones, charlas y otras actividades, concebidas en especial para familias con niños.

Aunque la participación es muy variable, sobre todo en función de las condiciones meteorológicas, la media de afluencia a este tipo de eventos es de unas 100 personas, según las cifras aportadas por Diego Bayona, presidente de la Asociación Amigos de Gallocanta. “El objetivo de esta celebración es dinamizar la zona de la laguna de Gallocanta y atraer a aquellas personas que todavía no la conocen”, explica.

El día escogido para la fiesta de bienvenida de este año es el 4 de noviembre. La jornada empezará temprano, a las siete de la mañana, para ver la salida de las grullas del dormidero. También habrá un paseo guiado a pie por el entorno de la Masada de la Pardina y un taller infantil donde se elaborarán comederos.

Por la tarde se proyectará un documental sobre migración de grullas grabado en parte en Gallocanta y a las 17.30 está previsto el avistamiento de aves a la entrada al dormidero.

Tras esta fiesta de bienvenida, los Amigos de Gallocanta organizarán una nueva celebración, la de despedida. Será en febrero, cuando los miles de grullas que viajen del sur hacia el norte, en su migración prenupcial, pasen por este entorno. “La laguna de Gallocanta reúne las condiciones óptimas para que las aves pasen por él. Las grandes dimensiones del humedal y tener comida suficiente hace que cada año, en febrero, unas 50.000 grullas al día transiten por la zona”, asegura Bayona.

Por el momento, los amantes de la ornitología y el medio ambiente tienen una oportunidad de ver en primera persona los movimientos migratorios. Todas las actividades planteadas son gratuitas, pensadas para todo tipo de públicos.

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