Vinaceite: del reino animal a los oficios perdidos

Jaime Serrano lleva la granja-escuela El Capricho en Vinaceite, de actividades lúdicas y pedagógicas, además de recrear el desempeño de oficios perdidos.

Jaime Serrano y dos de sus animales en la granja-escuela El Capricho.
Vinaceite: del reino animal a los oficios perdidos
Laura Uranga

Jaime Serrano lleva la granja-escuela El Capricho en su Vinaceite natal, un pequeño paraíso de diversión para escolares y público familiar. Su pasión es perpetuar la sabiduría de sus mayores en los oficios perdidos del campo. Los chavales conocen de primera mano lo que es un trillo, el apero que servía para separar el grano de la paja, y tratan con los animales (siempre bajo la supervisión de Jaime) de un modo directo. Aprender y divertirse, el ideal pedagógico en edades bisoñas. Jaime pone todo el empeño en la tarea, además de la sabiduría que confiere una dedicación plena al campo y a la investigación de estos afanes tradicionales con los mejores maestros del mundo rural, los mayores. Acostumbrado a tratar con los peques, este currante vocacional sabe que el equilibrio para una actividad lectiva llega de la veteranía, todo ello condimentado con el magnético factor del entretenimiento.

Los colegios de Escatrón y Albalate del Arzobispo no fallan ningún año en sus paseos por El Capricho; los dominios de la finca están diseminados por un territorio mas vasto, que también incluye la zona de La Ponderosa (sí, como el de los Cartwright en Bonanza, aunque de momento no se ha hallado plata en la zona ni hay hermanamiento con Virginia City) y otro asentamiento pegado al río Aguasvivas. También han llegado solicitudes de colegios de Zaragoza; el de Jesuitas ya pasó por El Capricho, y se plantean volver este curso. Lo mismo ocurre con el de El Burgo de Ebro.

Vinaceite: del reino animal a los oficios perdidos

Inmersión genuina

Cuando los chavales pueden ver en tres dimensiones lo que solamente conocían por los libros y los vídeos, el disfrute es inmediato. Jaime lo cuenta con alegría. "Se lo pasan de maravilla; montan en burro, ven a las vacas mansas, mulos y percherones, dan de comer a las cabras enanas, conocen a mi tocino vietnamita ?ríe? y a los conejos, ovejas… de todo. Luego vamos repasando oficios de la agricultura tradicional, desde siega hasta trilla, arado o siembra. Con las visitas colegiales tengo la ayuda de monitores, y nos vamos apañando muy bien".

En una nave contigua al área de recreación y establos, Jaime guarda su colección de recuerdos y pequeños tesoros de antaño, todo (o casi todo) relacionado con herramientas antiguas, aperos y cachivaches de valor sentimental y etnográfico. "Tengo una buena colección, sí. Poco a poco fui recopilando cosas, entre piezas que me daban amigos porque se las quitaban y las que fui comprando en ferias, desde cubas de vino a maletas viejas, sacos de tela, collarones y mangas de cuero... luego también he hecho sitio para curiosidades, como un viejo coche de basuras de Barcelona o carros de labranza. Son cosas que fueron útiles para nuestros abuelos, y que más que valor monetario tienen una carga sentimental".

El Capricho también dispone de una pequeña plaza taurina para capeas incruentas, y organiza (previa reserva, claro) despedidas de soltero, grandes reuniones familiares o de amigos y celebraciones de empresa.

Las ferias

Jaime también sale en verano por los pueblos con sus animales, y traslada parte de las actividades de El Capricho a festividades veraniegas. Por otro lado, están las ferias: Cedrillas y Samper de Calanda son las visitas más habituales. "En Zaragoza colaborábamos en la cabalgata hasta hace poco, junto a otros que nos dedicamos a esto, como el famoso de los camellos de Fraga, Roberto. En las ferias de los pueblos en verano también contrato gente del pueblo. El arrastre de Castelserás de los maderos también lo he hecho con los percherones muchas veces, son tradiciones que aún se van manteniendo. En Zaragoza también estuve trabajando en la construcción en su día, pero no era lo que quería hacer; preferí volver a mi pueblo, ampliar lo mío y aquí estamos, con la familia y a gusto. Creo que fue una buena decisión; no me arrepiento, como en casa de uno no se está en ninguna parte".

-Ir al especial 'Aragón, pueblo a pueblo'.

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