Aquitania y Aragón piden a los empresarios su apoyo para reabrir el tren del Canfranc

El presidente aquitano reclama que las empresas impulsen con su acción a la Unión Europea. Quiere que la línea se bautice como Francisco de Goya y propone un museo ferroviario.

Los presidentes Alain Rousset y Javier Lambán, durante la reunión ayer en la sede del Gobierno de Aragón.
Rousset y Lambán confían en el apoyo del Gobierno español para reabrir el Canfranc
Aránzazu Navarro

El presidente del Consejo Regional de Nueva Aquitania, Alain Rousset, no suele dar puntada sin hilo y ya reclama a los empresarios su apoyo a la reapertura del tren Pau-Canfranc. Una estrategia en la que va de la mano con el Gobierno de Aragón.

El líder socialista francés, consciente de que la obra entra en un período de barbecho de tres años para realizar los estudios de la Unión Europea, quiere que antes del año 2020 el proyecto sea "irreversible".

El mandatario francés apuesta para que no detengan los trabajos en la parte española, después de reabrir los tramos Pau-Olorón y Olorón-Bedous desde 2011 a 2016. Por eso, Rousset también hizo un llamamiento la pasada semana a los empresarios aragoneses durante la entrega de los premios HERALDO para que "se movilicen más" con Europa y con los gobiernos de Francia y España. "Hace falta que en los próximos cinco o seis años hayamos podido realizar esta vía", valoró Rousset, quien recogió el primer premio HENNEO por apoyar el desarrollo de Aragón.

Alfonso Soláns, presidente de Pikolín y uno de los empresarios que más se ha pronunciado públicamente en defensa de la línea, señaló ayer que "Aragón es un puntal del sector logístico" y "es evidente que nuestra ventaja ha supuesto un importante empuje para el dinamismo económico en nuestra comunidad". Desde el papel creciente del aeropuerto -el tercero en volumen de carga en España- y con un sistema de transporte por carretera eficiente para acceder a 30 millones de personas, Soláns considera clave la apertura de la línea. "Todas esas bondades de nuestra tierra se potenciarán con la reapertura del Canfranc. La mejora de las comunicaciones ayudaría a una mayor consolidación de la internacionalización en la que muchas empresas aragonesas trabajan", destacó. El empresario agradeció el apoyo de Alain Rousset, de Nueva Aquitania y Francia.

Trenes convencionales

Por su parte, el portavoz de la Coordinadora por la Reapertura del Ferrocarril Canfranc-Olorón (Crefco), Javier Garrido, aplaudió el mensaje de Rousset porque "tiene calado y profundidad" al animar a los empresarios, que ya en 2016 estamparon su firma en favor de la reapertura en un acto en el Pignatelli. Garrido señaló ayer que Renfe va a "aumentar las inversiones en los trenes convencionales" en 2018. La ministra de Transporte francesa, Elisabeth Borne, advirtió el pasado 4 de septiembre a su homólogo español, Íñigo de la Serna, que Francia va a ralentizar su inversión en alta velocidad y harán mejoras en el tren convencional.

En este sentido, Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarios) va a realizar cortes de la línea de Canfranc para renovar la vía en 2,5 kilómetros, en dos tramos "aéreos" por motivos de seguridad: bajo los Mallos de Riglos y entre Villanúa y Canfranc. Aun así, Crefco espera que los presupuestos incluyan parte del gasto plurianual aprobado para el Canfranc de 80 millones en los años 2017-2020. El Gobierno aragonés abordará en marzo de 2018 el proyecto para unir la plataforma Plhus de Huesca con la línea ferroviaria por y el Ministerio de Fomento se encargará de conectar Plaza entre 2018 a 2020.

Alain Rousset desea, ademas, que el tren Pau-Canfranc-Zaragoza se denomine "la línea Goya", porque unirá a los aragoneses con los aquitanos, como el pintor universal que nació en Fuendetodos y murió en Burdeos. En ese contexto, el presidente aquitano propuso la creación de un Museo Ferroviario del Pirineo en Canfranc.

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