Una familia aragonesa, bloqueada en Puerto Rico

Problemas con el suministro de agua o diesel y con las comunicaciones telefónicas. Estos son tan solo algunos de los efectos que dejó tras su paso, hace más de una semana -el miércoles 20 de septiembre- el huracán María, que alcanzó la categoría 4 y que ha sido catalogado como una de las peores tragedias que ha vivido Puerto Rico en los últimos años.

Una familia formada por cinco aragoneses, Salvador López Sicilia (64 años), su mujer Isabel Miguel Postigo (60), Daniel López (26), Óscar López (25) es Isabel López (22), permanecen encerrados en la isla de San Juan, y a expensas de la confirmación de si su vuelo, que debería partir a España este sábado, 30 de septiembre, podrá realizar ese viaje o no.

Mientras tanto, Óscar López, hijo mediano del matrimonio zaragozano, se acerca cada día a un hotel cercano del apartamento en el que están alojados para conectarse a la red wifi y comunicarse con familiares y amigos. “Te puedo dar muy poca información porque estamos incomunicados”, explica el joven. “Somos una familia de cinco personas que vinimos el día 16 a San Juan (Puerto Rico) para pasar unas vacaciones en familia”, añade.

Sin embargo, jamás imaginaron que tan solo cuatro días después llegaría el huracán María, comparable por la magnitud de su destrucción a los peores desastres naturales que se han registrado en territorio de Estados Unidos, según comunicaba a los medios de comunicación el director de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (Fema) para el Caribe, Alejandro de la Campa.

“La isla ha sufrido mucho, no tenemos electricidad ni abastos de ningún tipo. Conseguir agua es casi imposible y prácticamente quien no tiene efectivo no puede comer”, añade López. Él y su familia permanecen en estos momentos en un apartamento prestado por unos amigos de la familia, ubicado en Isla Verde, San Juan. “El huracán se llevó parte del salón y provocó varios destrozos, pero si no fuera por esto estaríamos en la calle”, afirma.

El aragonés muestra los destrozos en la isla.

El joven relata cómo la falta de suministro eléctrico ha afectado a numerosos servicios como la telefonía, los cajeros automáticos o los ascensores. “Algunos restaurantes siguen abriendo gracias a generadores, al menos hasta que se queden sin combustible. Luego ya veremos qué pasa”, asevera.

Como explica el zaragozano, la situación en las calles de Puerto Rico es de inseguridad y miedo. “Ahora mismo hay toque de queda a partir de las 18.00 y ley seca de forma indefinida. La mayoría de la gente ha perdido su casa o está destrozada”, relata el zaragozano. “La sensación es de desesperación, algo que puede llevar a una situación todavía peor”, añade.

En su caso, la familia tiene prevista la vuelta a casa el próximo día 30 de septiembre, sin embargo, y a pesar de que sus billetes han sido confirmados, Iberia permanece a la espera de confirmación de que se puede volar ese día. “Durante esta semana ha habido varias cancelaciones y no sabemos qué va a pasar, estamos deseando salir de aquí”, asegura López.

Mirando al cielo

Por su parte, fuentes de la compañía aérea Iberia, con la que deben de volar los aragoneses, aseguran que a día de hoy no pueden confirmar al cien por cien que vaya a salir ese vuelo, ya que permanecen a la espera de que se restablezca el tráfico aéreo. Las últimas informaciones apuntan a que podría abrirse para vuelos internacionales a partir del fin de semana. “De abrirse, sería con muchísimas limitaciones tanto para los aviones y compañías como para los pasajeros”, aseguran.

Dada la inseguridad de que se pueda operar a lo largo del fin de semana, desde la compañía están planteando otras opciones. "A lo largo del viernes vamos a tratar de trasladarles en ferry hasta Santo Domingo, desde donde podrían coger un avión con destino a España", han informado a HERALDO fuentes de Iberia.

Por su parte, desde el Consulado de España en Puerto Rico aseguran que desde el jueves 28 de septiembre, de 7.00 a 19.00, permanecerá abierto el consulado para recibir a aquellos españoles afectados por el huracán, así como en el teléfono de emergencias 787 455 1488.