El tío Pichorretas

Sus coplas son cuartetas, la mayor parte sin rima, caracterizadas porque su último verso rompe el ritmo de forma abrupta.

Las coplas del tío Pichorretas llegaron a editarse
Las coplas del tío Pichorretas llegaron a editarse

En enero de 1999 salió a la venta en Zaragoza la biblioteca del veterinario turolense Francisco Alcón Buj (1884-1946). Alcón, hombre ilustrado, republicano de la rama anticlerical que había pertenecido al Partido Republicano Radical Socialista, era buen lector y conservó en su casa tras la guerra, escondido en baúles en el desván, un buen número de periódicos, libros y revistas que 50 años después de su muerte sus herederos decidieron vender. Al mercadillo de la plaza de San Bruno llegaron periódicos como 'Política' y 'Diario de Aragón', revistas como 'Fray Lazo' y 'La hoja de parra' y un buen puñado de libros. Entre éstos estaba la incomparable Colección de Cantares de Mariano Sebastián, “el tío Pichorretas”, que tuvo la osadía de poner en la cubierta, bajo su nombre, este lema que merecería hacerse célebre: “Autor de lo peor que se ha publicado hasta el día”.

Sebastián, natural de Aguarón, era confitero y a principios del siglo XX popularizó sus coplas, absurdas y disparatadas, por todos los pueblos de la comarca. Yo siempre las había oído desde niño en casa de mis abuelos paternos, que eran naturales de ese pueblo zaragozano, pero jamás imaginé que hubieran llegado a editarse. Sin embargo allí estaban un domingo, esperándome, casi cien años después de haberse publicado. Son cuartetas, la mayor parte de ellas sin rima, caracterizadas porque su último verso rompe el ritmo de forma abrupta: “Dos cosas en este mundo/ me hacen a mí suspirar:/ el recuerdo de mi amada/ y un bastonazo que me dio su padre”, “Si por cada misa que oyes/ cosieras medio minuto/ no andaría tu marido/ con la ropa destrozada” o “Te di un beso en el corral/ y otro te di en la cocina/ y no te quise dar más/ porque olías a cebolla”.

Casi nadie se hubiera atrevido a publicar algo así. Pero aún hoy me río con esas coplas. Con el mismo candor que lo hicieron mis abuelos.

(Para Miguel Mena, recordando lo mucho que nos reímos en la radio con estas coplas hace algunos años).

Notas costumbristas / Por José Luis Melero

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