Comienza la revolución de los patios escolares

Profesores y familias están promoviendo el debate sobre cómo deben de ser los patios y los juegos que se realizan en ellos.

Patio del colegio María Moliner de Zaragoza, que está promoviendo deportes y actividades alternativas.
Patio del colegio María Moliner de Zaragoza, que está promoviendo deportes y actividades alternativas.

Elija un colegio al azar y piense en su patio de recreo. Lo más probable es que sea como casi todos: de cemento, con porterías para jugar a fútbol, sin un trozo de verde. "Los patios escolares son de cemento, aburridos, segregadores. Responden a las necesidades de hace 40 o 50 años. La sociedad ha cambiado, la escuela está cambiando y los patios siguen igual. El 80% del espacio está ocupado por chicos -y muy pocas chicas- que juegan a fútbol. El resto del alumnado al que no le gusta el fútbol está marginado. Los patios necesitan transformarse en espacios más naturales y educativos, provocadores de una motricidad más variada que responda a los intereses de la mayoría de niños y niñas", asegura Inma Tena, licenciada en Educación Física, profesora en la Facultad de Ciencias de la Educación de Huesca y miembro del grupo promotor de la transformación del patio de recreo del colegio de Almudévar.

Algo está cambiando en los patios. Cada vez más, profesores y familias están promoviendo el debate sobre el diseño y las actividades de estos espacios. Varios colegios han acometido recientemente reformas de sus patios o están pensando cómo hacerlo. 'El patio como espacio educativo' ha sido uno de los temas tratados este fin de semana en el I Congreso Internacional de Innovación Educativa celebrado en Zaragoza. Y será el tema principal en la IV Jornada de La Asociación +EF de docentes de Educación Física de Aragón, el próximo 25 de noviembre en Huesca.

"La disposición, material y estructura tradicional de los patios de recreo conduce a un sesgo de género que favorece las actividades deportivas y practicadas por el sexo masculino. A su vez, la predominancia de los espacios deportivos y del asfalto en muchos centros educativos limita la participación de un número significativo del alumnado que tiene otros gustos o necesidades. Hay estudios que demuestran que los niños ocupan 2,5 veces más espacio que las niñas en el patio", subraya Ángel Navarro, profesor de Educación Física en el colegio María Moliner de Zaragoza y secretario de la Asociación +EF. En el Congreso de Innovación ha presentado una comunicación con análisis de la situación y propuestas para convertir los patios en lugares "más atractivos, inclusivos, acogedores y participativos".

Deportes alternativos en el María Moliner

Estos docentes proponen una transformación urbanística de los patios (con elementos naturales, arenero, juegos, zonas de sombra) y de las actividades que se llevan a cabo. En el colegio María Moliner llevan años promoviendo "recreos activos". Esta semana acaban de recibir uno de los premios Escuela y Deporte por su proyecto deportivo de centro.

"En el patio se juega fundamentalmente a fútbol. No podemos prohibirlo, pero ofrecemos alternativas. Prestamos materiales como raquetas, combas o malabares. Organizamos torneos de deportes alternativos como datchball, rugby, minibasket, hockey o floorball, 'ultimate' (con un disco volador tipo 'frisbee') o 'kinball' (juego con tres equipos y una bola gigante). También tenemos un proyecto de mediación con alumnos ayudantes. El resultado es muy positivo", afirma Ángel Navarro.

Un proyecto bonito y con dificultades en Almudévar

Uno de los centros aragoneses que lideran este proceso es el colegio público Santos Samper de Almudévar, que empezó hace dos años un proyecto de transformación de su patio, bajo el nombre de 'Un cole, una ilusión'. "Un grupo de padres y madres vimos la necesidad de transformar el patio. Realizamos un proyecto participativo para diseñar el patio que queríamos, con la participación de alumnos, padres, profesores y del ayuntamiento. Planteamos una intervención con elementos naturales, un arenero, nuevos juegos y un escenario con un graderío", cuenta Inma Tena, una de las impulsoras. Contaron con el asesoramiento de El Safareig, un colectivo que ha impulsado la reforma de decenas de patios escolares en Cataluña.

Las familias implicadas en Almudévar recaudaron el dinero necesario (22.000 euros) con diversas actividades y una pequeña subvención de la comarca. Los mismos padres y madres se encargaron de hacer las obras. Y en septiembre de 2016 estrenaron parte del nuevo patio. "Fue fantástico. Niños y niñas de diferentes edades jugaban mezclados, disminuyeron los conflictos, estábamos encantados", señala. La DGA les ponía como ejemplo. Pero en marzo un niño se cayó en el patio (se dio un golpe que precisó de varios puntos de sutura), su familia puso una queja y el proyecto quedó paralizado.

La intervención del patio está cerrada y sin usar desde entonces. La DGA puso a las familias unas condiciones estrictas para poder continuar, como un proyecto visado por un arquitecto y un certificado de seguridad según la normativa europea. Con ayuda del Ayuntamiento de Almudévar, del colegio y mucho esfuerzo de las familias, el proyecto ahora se está reactivando y confían en poder usar el nuevo patio después de Navidad.

Hay más colegios aragoneses que han hecho intervenciones en sus patios recientemente, como el Joaquín Costa o La Salle Montemolín de Zaragoza. Otros están diseñando o pensando sus proyectos, como el Pío XII de Huesca, Velilla de Cinca o Sáinz de Varanda en Zaragoza.

Las familias promotoras del proyecto de Almudévar, la Asociación +EF y otros colegios con proyectos en marcha reclaman a la DGA más apoyo y una norma clara. "Es esencial que se disponga de un marco regulador con todas las orientaciones legislativa necesarias en materia de seguridad. La Administración debe apoyar a los centros que se impliquen en su transformación innovadora, y posibilitar que más centros lleven a cabo esta iniciativa", subraya Ángel Navarro.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión