Fomentar el consumo de productos saludables, cultivados en el territorio con una agricultura ecológica, preservar variedades autóctonas, concienciar al consumidor, y crear una red comercial de productores y distribuidores que permita a pequeños agricultores y ganadores ganarse la vida con su trabajo en el campo y asentar así población en el medio rural. Así se resumen el proyecto de agricultura local y sostenible Mincha d’ aquí (come de aquí, en aragonés), promovido por asociaciones medioambientales, entidades de desarrollo local y pequeños agricultores de cuatro comarcas altoaragonesas: Somontano, Alto Gállego, Jacetania y Sobrarbe. La iniciativa ha tenido una gran acogida, sobre todo en el Somontano, el territorio con más agricultores, ganaderos y transformadores involucrados (alrededor de 60 de unos 130 entre los cuatro territorios).

A raíz de esta acogida, y tras las ayudas recibidas por el Ceder Somontano, Comarca o Centro de Estudios del Somontano, uno de sus promotores, la Asociación El Licinar decidió presentar el proyecto en la 56 edición de la feria Ferma celebrada en Barbastro el último fin de semana de agosto. La presentación corrió a cargo también por la ONGD Cerai(Centro de Estudios Rurales y Agricultura Internacional). En este marco se organizó una mesa redonda con agricultores y ganaderos certificados en ecológico o de ganadería semi-extensiva que demostraron la presencia de otro modelo agropecuario que busca el equilibrio entre rendimiento y manejo sostenible de la tierra, así como una mayor valoración del trabajo realizado por los agricultores, ganaderos y transformadores agroalimentarios que llevan buenas prácticas.

Mincha d’ aquí es una iniciativa piloto en Aragón, que surgió de la cooperación entre asociaciones locales (Hirondel, Amigos de la Tierra, Red de hortelanos del Sobrarbe-Un paso atrás, y El Licinar) y el Cerai. Tiene como objetivo principal crear una red de empresas locales y sostenibles dentro de la cadena agroalimentaria: producción, transformación, distribución y consumo; que permita afianzar las ya existentes y la incorporación de otras nuevas en los cuatro territorios comarcales involucrados.

El resultado último del proyecto es fijar población en las zonas rurales y conservar los ecosistemas de estos territorios, poniendo en valor el entorno y la cultura local, al mismo tiempo que se fomentan nuevas formas de colaboración, cooperativismo y empleo.

El objetivo que Mincha d’aquí se ha marcado para este año es la realización de un diagnóstico para analizar las necesidades y fortalezas de los productores y transformadores que llevan buenas prácticas tanto en campo como en la transformación de productos agroalimentarios. Mediante un estudio de mercado se identificará el potencial de consumo interno de los territorios participantes a través de tiendas de proximidad, comedores sociales, restaurantes y consumidores finales. Con ello se diseñará una estrategia conjunta que cree y fortalezca sinergias entre las iniciativas, esperando ser la base de futuras fases.

Los promotores de la iniciativa hacen un llamamiento a las administraciones, asociaciones, tiendas de proximidad, restaurantes, comedores sociales y consumidores responsables «para que este modelo se asiente en los territorios rurales donde las redes entre los actores permiten reducir las distancias a la par que fortalecen el tejido social y económico local, preservando el patrimonio natural y agrícola», explica Caroline Barón, de El Licinar.

Asimismo también demandan una mayor formación para dar el paso de la agricultura convencional a la ecológica y apelan a la sensibilización del consumidor, y al compromiso de la administración para favorecer la venta directa en circuitos cortos.

Más información en el Suplemento Heraldo del Campo