"En Sabiñán vamos a luchar mientras tengamos fuerzas por reivindicar la figura del Papa Luna y por conseguir que el cráneo regrese al lugar en el que descansó casi 300 años". Así expresa el alcalde de la localidad zaragozana, Ignacio Marcuello, su voluntad de que esta reliquia retorne a la capilla de la casa-palacio de los Condes de Argillo, una vez que se acondicione su interior y se instalen las necesarias medidas de seguridad y temperatura.

La idea es solicitar ayudas a instituciones públicas para poder actuar en este espacio histórico y que vuelva a recuperar la calavera, que fue sustraída el 7 de abril de 2000 y que permanece custodiada en el Museo de Zaragoza. Para ello, será necesario habilitar y mejorar su estado y, al mismo tiempo, poner sistemas que permitan mantener un nivel ambiental óptimo para garantizar la conservación del cráneo, declarado Bien de Interés Cultural. Además, habrá que contar con alarmas y medios de protección.

A finales de 2015 se retiraron los andamios colocados casi dos décadas antes para sujetar la fachada principal del palacio de los Condes de Argillo, dado el riesgo de desplome en este inmueble del siglo XVI. En el edificio se realizaron diferentes actuaciones de consolidación de las estructuras, desescombro y reparación de parte de las cubiertas.

Hace cinco años, el Ayuntamiento de Sabiñán firmó un convenio de cesión de este bien con la familia Olazábal-Martínez Bordiu, marqueses de Villaverde, propietarios del palacio. "Estamos muy contentos y agradecidos por el comportamiento que tuvieron hacia el pueblo", señaló el primer edil. En virtud a ese documento, el Consistorio se comprometió a cumplir unos requisitos, como abrir dos calles "por cada lateral de la casa", de manera que "el edificio lucirá y se dará salida a la zona interna del municipio", apuntó. Esta intervención forma parte del PGOU.

"Lo lógico es que esté aquí"

"En el momento en el que la capilla reúna las condiciones necesarias, reclamaremos la vuelta del cráneo, siempre cumpliendo la ley y las condiciones exigidas", aseguró con rotundidad el alcalde. El coste de la intervención todavía no se ha valorado, ya que está pendiente de realizarse un estudio completo. "Tenemos que contar con el visto bueno de la DGA", dijo, ya que el edificio forma parte del Inventario del Patrimonio Aragonés.

"Todos están en su derecho de reclamar esta ‘reliquia’ –apuntó– pero lo lógico es que esté aquí". En su opinión, los trabajadores y propietarios del palacio de los Condes de Argillo "decidieron guardarlo y conservarlo" y "debe volver". "A veces se acusa de que no estaba lo suficientemente bien protegido" pero, tal y como mencionó, "había una persona responsable del palacio y nadie preveía un robo semejante".