Hace dos años y medio, los vecinos de Roda de Isábena celebraron el histórico regreso al Alto Aragón del tapiz ‘De la Virgen y San Vicente’ que fue robado por el conocido ladrón de obras de arte Érik el Belga la noche del 6 al 7 de diciembre de 1979 de la antigua catedral. Pero la felicidad de ese día no fue completa ya que esta joya del arte flamenco de principios del XVI, recuperada en EE. UU. y restaurada por el Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE), quedó expuesta en la Sala 5 del Museo de Huesca. Desde entonces, los vecinos siguen reclamando el regreso de este magnífico paño a su lugar de origen, pero la DGA, que gestiona este museo de titularidad estatal, replica que la decisión final depende del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, que por ahora no ha dado respuesta a la reivindicación.

El paño fue sustraído de la catedral de Roda junto con una treintena más de piezas por Erik el Belga, que lo vendió por 25.000 dólares a un alemán que tenía un negocio de antigüedades en Alicante. Su rastro se perdió durante décadas hasta que a finales de 2010 la historiadora del arte Carmen Berlabé, conservadora del Museo de Lérida, alertó de que formaba parte del catálogo de una feria de arte belga ya celebrada. Finalmente fue recuperado en Houston en 2012 gracias al trabajo de la Guardia Civil. Tras su llegada a España, fue sometido a un completo y minucioso proceso de estudio y restauración.

El tapiz, de 1,24 metros de alto por 2,68 de largo, fue elaborado en el primer cuarto de siglo XVI en los Países Bajos meridionales. Evoca un tríptico con la Virgen con el Niño en su regazo frente a San Vicente en el centro, y los obispos San Valero y San Ramón a los lados, aunque unos recientes estudios identifican a este último con San Erasmo.

Es del Museo Arqueológico

El Estado, después de conocer las condiciones de conservación y exhibición en la catedral de Roda de Isábena y de un informe del IPCE, decidió asignar el tapiz a la colección estable del Museo Arqueológico Nacional y depositarlo en marzo de 2015 en el Museo de Huesca porque reunía todas las condiciones de seguridad y conservación necesarias. Allí quedó expuesto con un nuevo soporte y un moderno sistema de iluminación con control de intensidad y sensor de movimiento.

La petición tiene el respaldo del Gobierno aragonés, como manifestó Javier Lambán durante su reciente visita a la antigua catedral de Roda para conocer de primera mano la marcha de los trabajos de la segunda fase de la restauración del claustro. El presidente consideró "bastante razonable" la vuelta del tapiz "porque todo lo que redunde en fortalecer esta joya del patrimonio aragonés como centro cultural y centro de atracción del turismo es algo que el Gobierno de Aragón verá con buenos ojos", dijo.

Sin embargo, fuentes de la consejería de Educación, Cultura y Deporte también han aclarado que la DGA solo es depositaria del tapiz "y, por tanto, cualquier decisión sobre su traslado a otro lugar corresponde al propietario actual, que es el Estado".

Obras de más valor que el tapiz

El Ministerio descartó Roda por no contar teóricamente con suficientes medidas, algo que el párroco de la excatedral, Aurelio Ricou, considera solo "una excusa". "Tenemos muchísimas más obras de arte aquí. Todo lo que son tejidos, por ejemplo, está adquiriendo un valor incalculable no solo a nivel nacional sino internacional y tienen 50 veces más valor que el tapiz, aunque es estupendo", resalta.

Aun así, Ricou insiste en que están dispuestos a poner los medios que les requieran "porque pensamos que lo lógico es que vuelva ya que todavía hay gente que recuerda verlo colgado en las paredes del presbiterio". Además, afirma que el tapiz supondría un "estímulo" para seguir atrayendo turismo. El párroco no está dispuesto a cejar en su empeño y pedirá a la diócesis de Barbastro-Monzón que se "mueva" para conseguir el regreso.

El alcalde de Isábena, Joaquín Montanuy, también insiste en esta reivindicación "porque creemos que el sitio de este tapiz es Roda". Y deja claro que desde el Ayuntamiento están dispuestos también a colaborar "en lo que haga falta" si hubiera que reforzar las medidas de seguridad, algo que sin embargo discute "porque creo que la antigua catedral ya reúne todas las condiciones por espacio y por seguridad, ya que hay muchas cosas de más valor que el tapiz". Por ello, cree que al final todo depende de que haya "voluntad política".