El líder de Podemos-Aragón, Pablo Echenique, dejará en los próximos días su escaño en las Cortes autonómicas para centrarse en su papel como secretario de Organización y Programa de la formación morada a nivel nacional. El motivo, según dijo, es que no quiere "robar protagonismo a los liderazgos futuros" del partido, dado que ya está en marcha el proceso asambleario que entre septiembre y octubre elegirá a un nuevo secretario general en la Comunidad.

Consideró que "esos líderes deben proyectarse hacia el futuro para ganar las elecciones autonómicas", por lo que deja claro que en estos momentos tampoco aspira a repetir como candidato a la DGA. Echenique se desmarcó además de otras formaciones que "utilizan los cargos públicos para influir en el entorno de sus partidos". Añadió que no participará en el debate sobre el estado de la Comunidad, los próximos 13 y 14 de septiembre. Su sucesor en la lista por Zaragoza sería Raúl Gay, pero todavía no está confirmado que vaya a aceptar el acta. El nuevo diputado tomaría posesión en el primer pleno de este mes.

Con esta decisión, que ayer mismo comunicó al Consejo Ciudadano de Aragón, Echenique pone fin a su etapa en la política aragonesa, que comenzó en febrero de 2015 cuando se impuso en las primarias a Violeta Barba, actual presidenta de las Cortes. Diputado autonómico desde 2015, su trayectoria ha estado marcada por sus enfrentamientos con el socialista Javier Lambán, pese a que la formación morada le dio sus votos para convertirlo en presidente y aprobarle los presupuestos de 2016 y 2017. También se ha visto salpicado por la polémica, tras descubrirse que había mantenido en dos periodos de tiempo a un asistente personal sin Seguridad Social, hecho por el que fue sancionado por la Inspección de Trabajo

Su papel en Aragón quedó totalmente condicionado desde que en marzo de 2016 se hizo con la secretaría de Organización tras un golpe de mano de Pablo Iglesias contra el errejonista Sergio Pascual. A partir de ese momento su papel como dirigente nacional le restó presencia en Aragón. Tras ser reelegido en el congreso de Vistalegre de febrero como secretario de Organización, se vio forzado a renunciar al liderazgo en Aragón, dado que los nuevos estatutos del partido impiden la compatibilidad de cargos. Ahora deja también las Cortes.

Las opciones de Escartín y Sanz

A la espera de que se conozcan los aspirantes a la sucesión, Echenique aseguró que su apuesta es que "haya candidaturas lo más unitarias posible"."Me consta que diferentes personas están hablando y estoy tratando de mediar y tender puentes", dijo. Entre las posibles candidaturas, todavía no confirmadas, se perfilan las de los diputados Erika Sanz y Nacho Escartín.

La primera representaría las posiciones mayoritarias de la dirección en Aragón, alineada con el sector pablista, y recibiría el apoyo de los anticapitalistas. El segundo contaría con el respaldo de sectores vinculados al medio rural, a los colectivos ecologistas y al bloque de críticos a Pablo Echenique que apoyaron a Íñigo Errejón en el congreso de Vistalegre. Las opciones de una candidatura unitaria en este momento son remotas.

Si finalmente no hay pacto, Echenique afirmó que será una "campaña bonita" y que al no haber listas plancha "los consejos ciudadanos serán plurales". En cualquier caso, no quiso aclarar si apoyará a una candidatura en concreto. "Voto en Aragón y tendré opinión, aunque me tengo que pensar si lo diré", afirmó.

Afirmó que su prioridad ahora será la preparación de las elecciones municipales, autonómicas y europeas de 2019. Pero dijo que el reto fundamental son los ayuntamientos y que habrá que decidir si participa en candidaturas municipalistas al estilo de ZEC, como ocurrió en 2015.