Las 20 cámaras instaladas en Aragón para controlar el uso del cinturón aún no multan

La DGT esperaba empezar a sancionar este verano, pero los ajustes y la calibración de las máquinas se ha retrasado.

Es necesario conducir con el cinturón de seguridad.
Tráfico solo sancionará al conductor, no a sus acompañantes. En las fotografías de las nuevas cámaras aparecen los dos asientos delanteros del coche. Pero la DGT ha anunciado que solo multará a la persona que vaya al volante.
Toni Galán

La Dirección General ?de Tráfico (DGT) ha elegido las carreteras aragonesas para instalar 20 de las nuevas cámaras destinadas a vigilar el correcto uso del cinturón de seguridad al volante. Sin embargo, parece que estos dispositivos todavía tardarán algún tiempo en empezar a multar a los infractores, ya que su ajuste y calibración se está retrasando más de lo esperado. El objetivo era que, tras una etapa de "concienciación" de dos meses, entre abril y mayo, los nuevos aparatos comenzasen a sancionar a mediados de junio, coincidiendo con las operaciones especiales del verano. Pero desde el Centro de Gestión de Tráfico de Zaragoza confirman que las fotografías del nuevo sistema se harán todavía esperar.

Son un total de 225 cámaras las que la DGT ha instalado en otros tantos puntos de la red nacional, eligiendo para su ubicación aquellos enclaves en los que se han registrado accidentes mortales con víctimas que no llevaban abrochado el cinturón de seguridad. Porque por generalizado que parezca su uso, las estadísticas revelan que uno de cada cinco fallecidos en carretera no lo utilizaba.

Por el reparto geográfico que se ha hecho de estas nuevas cámaras, parece que son muchos los conductores que aún circulan por Zaragoza capital y su provincia sin ponerse el cinturón. De ahí que en esta última se hayan colocado hasta 14 aparatos, una cifra que solo superan a nivel nacional lugares como Sevilla (con 20) o Málaga (con 18). Al nivel de la capital aragonesa se encuentran La Coruña y Cádiz (con 13), seguidos de Valencia (con 9). En Huesca, se pondrán en funcionamiento cinco cámaras, mientras que en las carreteras de Teruel tan solo habrá una.

Cuando anunció su implantación la pasada primavera, el director general de Tráfico, Gregorio Serrano, precisó que la mayoría de estos nuevos detectores se instalarían en vías convencionales: carreteras nacionales de un carril por sentido. Pero la red viaria aragonesa constituye una excepción, puesto que las nuevas cámaras se reparten prácticamente por igual entre nacionales (11) y autovías (9) (ver la lista de ubicaciones que acompaña la información).

A la hora de hacer una clasificación, las estadísticas sitúan cada año a la N-232 y la N-II como las carreteras más peligrosas y con más muertes de la red viaria aragonesa. En 2016 fueron siete personas las que se dejaron la vida en ellas, a las que este año se suman ya otras dos. Este hecho no ha pasado por alto a los técnicos de Tráfico, ya que son hasta cinco las cámaras de control del cinturón que se han colocado en estas dos problemáticas carreteras.

En el caso de la N-II, la DGT cuenta con dispositivos a su paso por el término municipal de La Puebla de Alfindén (puntos kilométricos 343,70 y 346,40). Respecto a la N-232, los aparatos son tres: uno se encuentra en Híjar (km 169,83) y otros dos en El Burgo de Ebro (kilómetros 216,30 y 218,40). De momento, no se ha considerado necesario poner estas máquinas en los tramos sin desdoblar de estas vías que discurren por las comarcas de la Ribera Alta del Ebro y Campo de Borja.

Cuando los técnicos ajusten la calibración y los aparatos funcionen correctamente, habrá unas semanas de ‘gracia’ en las que solo se enviará una carta informativa al infractor, advirtiéndole de que ha sido cazado sin el cinturón de seguridad y la próxima vez será multado. Superado este periodo, ya no se perdonará a nadie y esta imprudencia costará 200 euros y 3 puntos del carné de conducir.

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