Las atenciones sanitarias que reciben las víctimas de accidentes de tráfico tienen un coste económico cercano a los 6 millones de euros al año en Aragón. Así se desprende de los datos que maneja Unespa, la patronal de las aseguradoras, encargadas de hacer frente a este desembolso. En concreto, en su informe de 2016 la factura ascendió a 5.780.049 euros, lo que representa un incremento del 40% respecto al ejercicio anterior, cuando los gastos médicos no llegaron a 4,1 millones.

Pese a este aumento, la Comunidad sigue estando en el furgón de cola del gasto sanitario derivado de la siniestralidad vial, al ocupar el puesto número 13 de una clasificación que lidera Andalucía con más de 102 millones de euros, casi una cuarta parte del total nacional (418 millones). En cuanto al coste por habitante, Zaragoza es la provincia aragonesa de mayor gasto, con 5,01 euros por vecino, mientras que en Huesca se queda en 2,97 euros, por los 2,19 de Teruel.

Las aseguradoras son las responsables de sufragar los costes sanitarios derivados de un accidente provocado por su cliente, bien mediante el pago directo o, principalmente, a través de los convenios firmados con las administraciones públicas y las clínicas privadas.

En Aragón, el Departamento de Sanidad y el Consorcio de Compensación de Seguros firmaron el último acuerdo este año, con validez hasta el próximo 2020. En el mismo se fijaron las cláusulas y tarifas vigentes a partir de ahora. Estos acuerdos "tienen como objetivo fundamental prestar una atención sanitaria rápida hasta la total sanación o estabilización de secuelas", señalan desde Unespa.

En cuanto a las lesiones más frecuentes sufridas por los conductores en carretera, Antonio Laclériga, responsable de la Unidad de Accidentes de Tráfico de la clínica Montecanal de Zaragoza, asegura que "cerca del 90% de las atenciones tienen que ver con latigazos cervicales", un daño"habitual en pequeños choques urbanos".

En un segundo nivel de gravedad se encuentran aquellas heridas provocadas por el cinturón de seguridad, que"sirve de freno pero en ocasiones provoca fracturas dorsales, de clavícula, de esternón...", apunta este especialista. Finalmente, las más preocupantes se dan en colisiones en carretera en las que el conductor no lleva abrochado el cinturón, o en el que se ve involucrado un motorista. En estos casos "aparecen los politraumatismos, principalmente de fémur, pelvis y cranoencefálicos", explica Laclériga, para quien estos pacientes llegan a requerir una terapia de rehabilitación"incluso de por vida". El resto puede recuperar la normalidad en"dos o tres meses".

Otros costes

Pero la asistencia médica no es el único gasto económico derivado de la siniestralidad vial. Más allá del drama humano que se vive en las carreteras, cada accidente conlleva importantes costes materiales, laborales, sociales... Tanto es así que un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) cifraba en 9.640 millones de euros la factura que España debía desembolsar cada año para hacer frente a las consecuencias de los accidentes.

A los importes administrativos –como la labor judicial o la policial–, se suman las reparaciones de los vehículos y de las carreteras afectadas, mientras que en el apartado humano hay que hacer frente a la pérdida de productividad, el pago de prestaciones, y toda la atención sanitaria y de rehabilitación.