Costumbres que echan tu móvil a perder y deberías saber

Tu móvil es un fiel amigo que te acompaña a todas partes, te entretiene, te avisa del tiempo...¿Lo tratas tan bien como él a ti?

Tu teléfono no es humano, pero también necesita un descanso.
Tu teléfono no es humano, pero también necesita un descanso.

¿Que sería del mundo sin teléfonos móviles? ¿Cómo comunicarnos sin esos dispositivos que en muchos ya forman una extensión de su mano? Para la gran mayoría, ya se hace muy difícil concebir el día a día sin el móvil, un hecho que hace plantearse si cuidamos estos aparatos como deberíamos.

Más allá de caprichos, modas y la denominada 'obsolescencia programada', los actuales 'smartphones' podrían durar entre 2 y 5 años, tomando como referencia las garantías que ofrecen las compañías fabricantes. Si eres de los que no cumple esa cifra, es probable que estés cometiendo alguno -o todos- los errores que se recogen a continuación:

No apagarlo nunca. No es un ser humano, pero también necesita descansar. No va a romperse si no lo haces, pero apagarlo de vez en cuando beneficia a todos los cables, dispositivos, sensores y demás componentes que guarda en su interior, alargando así su vida útil. Apagarlo es también una buena señal que demuestra que no eres adicto al móvil. Dejar el teléfono cargando toda la noche. Típico, te vas a dormir y dejas el móvil enchufado hasta la mañana siguiente. Con este gesto, la batería puede sobrecalentarse, lo que acortará su vida útil a largo plazo. ¿La solución? Cargarlo antes de dormir y dejarlo toda la noche en modo avión, ya que apenas gasta batería. Además, ninguna notificación intempestiva te quitará el sueño. Cargarlo mucho...o poco. Los expertos recomiendan mantener siempre la batería del móvil entre el 20 y el 80%. No hace falta sobrecargarlo,como se explica en el consejo anterior, ni esperar hasta el temido 1% para enchufarlo.  No actualizar las aplicaciones y el software...Para después quejarte de lo lento que va y de que nada funciona como debería. Aunque en ocasiones sea un proceso pesado y nos tenga desconectados durante unos minutos, actualizar las 'apps' instaladas así como el propio software del teléfono es altamente recomendable, puesto que suelen ser mejoras de rendimiento y corrección de errores, lo que se traduce en un mejor funcionamiento. Ni agua ni calor. Aunque sea tentador compartir en redes sociales cómo haces la croqueta en la playa, exponer el teléfono al sol puede ser muy perjudicial. Lo mismo ocurre con los ambientes muy húmedos (si el teléfono no es sumergible). De hecho, muchos smartphones llevan un sensor que cambia de color si se moja. Si se estropea por el agua y no está asegurado, es muy probable que el precio de la reparación te haga plantearte cómo tratas a tu teléfono.- Ir al suplemento Heraldo Joven

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