El incendio que amenazó el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido arrasando 80 hectáreas de matorral y una pequeña superficie no arbolada entre los pueblos de Nerín y Sercué (municipio de Fanlo) no se pudo dar ayer por extinguido. Y es que durante el día, y como consecuencia de las altas temperaturas, se reavivaron algunos pequeños focos dentro del perímetro controlado, lo que obligó a un helicóptero a realizar varias pasadas para refrescar la superficie ya quemada. Por ello, agentes de protección de la naturaleza del Gobierno de Aragón se quedaron una noche más vigilando para avisar de cualquier novedad.

Al mediodía, vecinos del entorno alertaron al operativo antiincendios de que volvían a ver humo por lo que el Gobierno de Aragón decidió activar a la unidad helitransportada de Boltaña para que mojara el entorno "porque con el calor, había algunos lugares inaccesibles donde se había reproducido el fuego", explicó Francho Aso, director de extinción. También se desplegó una cuadrilla terrestre pero solo como medida de precaución ya que no llegó a intervenir. Pese a todo, Aso restó importancia a estos pequeños focos "porque han aparecido dentro de un perímetro que ya tenemos confinado".

Mientras tanto, el Seprona de la Guardia Civil y también el equipo de investigación de causas de los APN continuaron ayer con sus respectivas pesquisas para descifrar las causas de un incendio que muchos vecinos sospechan que fue intencionado.

"Indicios muy claros"

De momento, existen "indicios muy claros" de que fue causado por alguien, aunque lo que aún no se ha podido determinar es si fue de forma intencionada o por una imprudencia. Así lo aseguró ayer Arturo Notivoli, capitán jefe del Seprona de la Guardia Civil, quien no obstante también insistió en que la investigación está en "fase muy incipiente".

Lo que parece descartado es que el incendio, que se declaró a las 21.00, fuera provocado por una causa natural ya que ese día no se produjeron tormentas que pudieran haber descargado rayos y tampoco hay tendidos eléctricos en el entorno contra los que pudiera haber chocado un ave originando una chispa.

El lugar de inicio, localizado

Los especialistas de la Guardia Civil se desplazaron ayer a la zona en helicóptero para hacer una inspección ocular del lugar en el que pudo originarse el incendio, que está situado al borde de una senda que sube al pico Mondoto desde Sercué. Un punto que se ha localizado gracias a la primera fotografía que tomó un vecino solo 5 minutos después de iniciarse el fuego. Además, los agentes recogieron muestras de tierra que se analizarán en un laboratorio de Zaragoza por si hubiese restos de hidrocarburos.

El Seprona también empezó a tomar declaración a algunas de las cien personas que han constatado que se encontraban en Nerín y Sercué a la hora en la que se originó el incendio del martes. Los interrogatorios se van a centrar en los vecinos que estaban en el valle los dos días de este mes en los que se produjeron fuegos.

Y es que desde la Guardia Civil también investigan la posible conexión con el incendio que también se produjo en Nerín el 2 de agosto y, al igual que los vecinos, también sospechan que puede haber relación "porque hay coincidencias temporales, ya que se han producido el mismo mes y casi a la misma hora, y del modus operandi", dijo Notivoli.

Tres posibles hipótesis

De momento, el Seprona mantiene abiertas tres posibles líneas de investigación que son habituales en los incendios intencionados: rencillas entre vecinos de pueblos del valle; controversias con contrataciones temporales en determinados trabajos forestales; y problemáticas cinegéticas. En este caso, por ejemplo, ya se han desechado la especulación urbanística o un conflicto de pastos como posibles motivaciones.