Durante el año pasado, 4.761 personas fueron sancionadas en Aragón por tenencia o consumo de drogas en la vía pública. Entre estas sanciones se castiga desde el consumo al traslado de estupefacientes, así como el cultivo en lugares visibles al público siempre que no se valore que sea objeto de tráfico de drogas, y por lo tanto de una infracción penal.

La reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana de 2015, conocida como 'Ley Mordaza' endureció y amplió el abanico de estas sanciones, que pasaron a suponer una multa mínima de 601 euros, casi el doble que lo legislado anteriormente. En total, durante el año pasado las sanciones impuestas sumaron una cuantía total de 3,13 millones de euros en la Comunidad, a una media de 665 euros por sanción.

Pese a esto, el número de infracciones cuantificadas el año pasado y recogidas en el Informe del Ministerio del Interior en Aragón suponen la cifra más baja de multas desde 2014, año en el que las sanciones de este tipo se doblaron hasta tocar techo en 2015, con más de 10.000. Fuentes del Ministerio preguntadas por este descenso se limitan a señalar que no comentan las estadísticas relativas a sanciones, ya que pueden oscilar en función de muchas variables, como eventos especiales u otros acontecimientos.

El cannabis y sus derivados, las droga más consumida, aunque se disparan las incautaciones de 'speed'

Por provincias, Zaragoza fue en la que más sanciones se impusieron con 3.336, seguida de Huesca con 981 y Teruel con 444. Del total de sanciones, la práctica totalidad se interpusieron en base al artículo 36.16 de la Ley de Seguridad Ciudadana, que recoge como infracción el consumo o transporte de droga en espacios públicos, sin embargo, también se impusieron multas sobre seis locales por permitir o no impedir el consumo de droga en su interior.

Por sustancias, las incautaciones de los cuerpos de seguridad siguen mostrando que el cannabis y sus derivados son las drogas más consumidas. Sin embargo, en su informe, el Ministerio hace un aparte para destacar el importante incremento en las incautaciones de anfetamina en polvo (speed) que se ha dado en Aragón, donde han crecido de un año para otro en más de un 5.000%, debido a incautaciones masivas de esta y otras drogas sintéticas como la que hace unos meses realizaba la Policía Nacional, y que se saldaba con 15 personas detenidas responsables de una red de distribución con varios puntos entre Aragón y Navarra.

El debate sobre la regulación de la marihuana también sobrevuela Aragón

Pero si bien las sanciones en los últimos años se han modificado, esto también ha coincidido con el periodo en el que más claramente se ha puesto en el foco en España el debate sobre la regulación o no de algunas drogas blandas, concretamente de la marihuana. El pasado mes de julio el Parlamento Catalán aprobaba una iniciativa legislativa popular que daba regulación propia y amparaba el consumo lúdico y terapéutico del cannabis en clubs o asociaciones que podrán cultivar y distribuir, con unos límites fijados, este estupefaciente entre sus socios.

En Aragón, donde existen más de una veintena de estos 'clubs' o asociaciones, el pasado mes de mayo la plataforma que aglutina a varios de ellos -Arafac- acudió a las Cortes de Aragón para proponer también una regulación en la Comunidad.

Los representantes de estos centros intervinieron ante la Comisión de Comparecencias y Peticiones Ciudadanas donde instaron a la creación de una ponencia que analice la actual regulación sobre el cannabis, y el objetivo de promover una Proposición No de Ley que solicite que las asociaciones cannábicas sean reconocidas como espacios preventivos de riesgos dentro del Plan Territorial de Drogas.

“Creemos que si se dota de una regulación clara a las asociaciones cannábicas podemos ser una herramienta de prevención de malos usos”, comenta uno de los vocales de Arafac, Domingo Anguís, que defiende que dentro de estos clubs se da un uso lúdico y terapéutico del cannabis con total normalidad. “Cada vez hay más aceptación en la sociedad del consumo responsable de marihuana y también más pacientes que utilizan sus propiedades, por lo que lo lógico es que se plantee su regulación”, señala.