Tercer Milenio

En colaboración con ITA

La cunicultura aragonesa se expande por el mundo

La empresa zaragozana Granja Jordán exporta genética de conejos y ofrece servicios a los productores locales para lograr una mayor productividad.

Los ejemplares de conejos más productivos se comercializan a los ganaderos de la Comunidad.
Los ejemplares de conejos más productivos se comercializan a los ganaderos de la Comunidad.
A. B.

La situación del sector cunícola en Aragón es preocupante. La mayoría de los cunicultores pagan más por sus producciones que lo que luego perciben. Por ello, potenciar la máxima producción y hacerla rentable sería una de las soluciones para garantizar la supervivencia de los productores.

La iniciativa de la empresa zaragozana Granja Jordán podría ayudar a conseguir ese objetivo. Desde sus instalaciones, afincadas en el municipio zaragozano de Fabara, exportan genética de conejos a diversos países del mundo y los ejemplares más productivos a ganaderos locales y nacionales. Así, este negocio comercializa animales con gran capacidad productiva y semen de conejos de estas características para inseminación. También ofrecen una línea cárnica con capa parda de gran crecimiento. El objetivo final de Granja Jordán es ayudar a sus clientes a obtener una mayor rentabilidad de sus explotaciones.

Pero para llegar hasta ello, hacen falta una serie de procesos: primero, "se hace una selección natural de los ejemplares que más destacan y tras los cruzamientos se recogen los datos obtenidos. No hay ‘in vitro’ ni nada por el estilo. Se observa la producción en conjunto de cada línea y se eligen a los mejores animales tras un proceso estadístico que realizan nuestros genetistas", explica César Villalba, gerente de Granja Jordán.

Allí producen y comercializan cuatro líneas genéticas, es decir, cuatro tipos de animales. Dos de estas son maternales y las otras, cárnicas. Las primeras "están especializadas en criar mucho", y las segundas, "se miden por la velocidad de crecimiento, es decir, aportan el desarrollo rápido a la camada. Se pesa a los 28 días de vida y también a los 63 días. Y se escogen los ejemplares que hayan crecido más. Una línea se dedica a la cantidad y la otra al crecimiento", detalla Villalba.

El proceso continúa con el cruce de las dos líneas maternales y, con ello, "se obtiene un ‘híbrido’ que es mejor que los padres -señala el gerente-. Esto es posible gracias al efecto de la heterosis, que hace que el ejemplar rinda un 10% más que las líneas originarias". El siguiente paso es cruzar a esa hembra que rinde más, con un macho finalizador con el objetivo de que la descendencia "sea numerosa y de alto rendimiento", indica.

Tras todos estos pasos, la empresa zaragozana ofrece un ejemplar híbrido (una hembra) y un macho finalizador para que crezcan más rápido y alcance un peso óptimo. En definitiva, y como reconoce Villalba, "es hacer que aprovechen mejor lo que comen".

Investigación

En todo este proceso, la investigación ha sido fundamental: "Es muy importante para nosotros porque tenemos un producto bien enfocado y con la investigación lo vamos adaptando a las necesidades del mercado", explica el gerente. Por ello, la empresa continúa avanzando en estudios. La última línea maternal que han introducido se denomina longevo productiva, que indica que es más duradera sin perder productividad. Además, desde el principio cuentan con un acuerdo de colaboración con la Universidad Politécnica de Valencia y con la Miguel Hernández de Elche, a las que el equipo humano de esta empresa envía los datos para que sean estas instituciones las que aporten la asistencia técnica.

Desde Granja Jordán reconocen que los servicios que ofrecen son necesarios porque "los cunicultores están apurados y si pueden tener un animal más productivo que otros, les beneficia por el ajustado precio que tiene ahora la carne", lamenta Villalba. "Somos necesarios porque si no tienes buenas reproductoras, la crisis ha provocado que tengas que tenerlas", insiste. Sin embargo, desde este negocio indican que el dato positivo de la crisis es que ha permitido una mayor profesionalización de los ganaderos cunícolas al utilizar animales de alto valor genético para optimizar sus resultados.

Además del mercado local y nacional, Granja Jordán explota la vía de la exportación que, actualmente, representa un 16% de su facturación. "En 2015 la cifra se situaba en el 5%", indica el gerente. Así, conejos aragoneses llegan hasta Polonia, Italia, Malta, Uzbekistán, Cabo Verde y Rusia, entre otros. Aunque el consumo de carne de conejo es principalmente mediterráneo, "los rusos, por ejemplo, la consideran exquisita. Quieren ser autosuficientes, por eso importan nuestro producto", detalla Villalba. Granja Jordán tiene un proyecto de futuro en ese país: hacer la granja más grande de Rusia, con cerca de 100.000 madres, cifra que supone el 10% de la producción en España.

Más información en el Suplemento Heraldo del Campo.

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