Testigos de un episodio histórico: la Batalla del Ebro

Lo que comenzó como una tímida iniciativa para reinvindicar la historia más reciente  de Fayón se ha convertido, diez años después, en un acontecimiento turístico de gran repercusión, que despierta el interés de grandes y pequeños y que sitúa al municipio zaragozano en el centro del mapa recreacionista nacional.

Ayer llegaron a la localidad los participantes procedentes de Galicia, Madrid, Valencia o Cádiz, entre otras ciudades, dispuestos a implicarse en este episodio histórico de la Guerra Civil española, que trasladará a todos los asistentes al año 1938. En total, se esperan alcanzar los 300 recreacionistas en lo que fue la última batalla en suelo aragonés.

El resultado es «visualmente espectacular», tal y como afirma Miguel Ferragut,  uno de los artífices de la iniciativa, cuando refiere con entusiasmo el momento en que se sincronizan las acrobacias aéreas de los aviones con los efectos pirotécnicos correspondientes. El historiador apunta, además, que habrá novedades con las carreras de caballerías y el nuevo vehículo blindado de combate.

Precisamente Ferragut, socio fundador de la Asociación de la Memoria Histórico-Militar del Ebro, fue uno de los que pensó que no había que darle la espalda a la historia, pues comprobó que la Batalla del Ebro había tenido un protagonismo en Fayón mucho mayor del que se le atribuía, lo que le movió a documentarse y a reinvidicar el pasado de la localidad.

Una intensa jornada

Se recomienda llegar temprano, tal y como señalan desde la organización. De este modo, sobre las 10.00, los visitantes podrán acercarse al campo de trincheras y a los campamentos, donde se encuentran las tiendas y el hospital militar, así como conocer los preparativos de la recreación, con el embarque de las tropas para el cruce del río Ebro y el ataque aéreo. A continuación, a las 13.00, tendrá lugar la primera de las esperadas recreaciones con los combates iniciales.

Continuará por la tarde, cuando se procederá a ultimar la segunda representación, prevista para las 19.00, momento en el que se recrearán los ataques aéreos. Para ello, se cuenta con tres modelos Yak y con la destreza de pilotos militares y acrobáticos que causarán admiración entre los asistentes.

Una vez finalizado, los participantes forman, se saludan y rompen filas, al tiempo que reciben al público asistente en el campo de batalla. Entre ellos, muchos niños, que acuden con sus padres a contemplar el espectáculo, tal y como afirma Ferragut: «Es una buena oportunidad para pasar el día en el campo con la familia y bañarse en el río». Por la noche, además, habrá fiesta y verbena para todos.