Casi el 20% del bosque aragonés está en riesgo por sequía y plagas

La defoliación de los bosques afecta a unas 300.000 hectáreas, similar a la superficie de las Cinco Villas.

Mapa incluido en el último Inventario de Daños Forestales.
Mapa incluido en el último Inventario de Daños Forestales.
Ministerio de Medio Ambiente

Lo que va de verano se está saldando por ahora, y afortunadamente, sin demasiados incendios importantes en Aragón. Además del fuego que afectó a varios campos de cereal y pinares en Samper de Calanda, durante los 10 primeros de julio se habían declarado en Aragón 74 fuegos, que afectaron a algo menos de 60 hectáreas. Un balance que hace hablar a los profesionales de la lucha contra el fuego de un verano, “por ahora tranquilo”, pero sin que se pueda por ello bajar ni mucho menos la alerta dado que este verano, por las altas temperaturas y la sequía, el riesgo es máximo.

A ello se suma además el estado de los bosques aragoneses, muchos de ellos descuidados fruto de la despoblación y el descenso de su aprovechamiento. Un percepción siempre presente a la hora de referirse a la gran superficie de masas forestales que hay en Aragón y que ahora ha cuantificado el Ministerio de Medio Ambiente en su último Inventario de Daños Forestales.

Según este informe, realizado con muestreos del año pasado, en Aragón 308.000 hectáreas de bosque están en riesgo de degradación moderado o grave, fundamentalmente por la sequía y las plagas. Esta superficie, para hacerse una idea, supone el 19,3% de todos los bosques de Aragón -que tiene en total 1,6 millones de hectáreas arboladas- y es una superficie ligeramente superior al territorio de las Cinco Villas, la comarca de mayor extensión en la Comunidad.

Casi el doble de hectáreas en mal estado que hace dos años

El informe basa sus resultados en el nivel de defoliación de los árboles. Esto es, el número de hojas que han perdido de forma prematura por causas no naturales, como son las plagas, las sequías o los incendios.

En Aragón, el conteo con respecto al último muestreo, realizado en 2014, revela que el número de hectáreas de bosque degradadas casi se ha doblado, pasando del 10 al 20%. Solo Murcia, Valencia, Madrid, Cataluña y Baleares, superan a Aragón en este incremento. El mapa que adjunta el informe, con las zonas de mayor degradación de un estudio a otro en rojo, muestra a Aragón como una de las regiones más perjudicadas.

Incendios, plagas y sequía

Detrás de estos datos el primer motivo que nombra el Ministerio en toda España son los incendios. En Aragón, aunque el 2016 fue un año 'bueno' en esta materia, con menos afecciones que la media, viene a la cabeza irremediablemente el fuego que devoró más de 14.000 hectáreas en Luna y Luesia en 2015.

Con respecto a las plagas, la procesionaria y su afección al pino, que el año pasado sufrió especialmente Teruel, es la más relevante. Las suaves temperaturas del invierno hacen que el gusano prevalezca más y sea más virulento, que también afectó de forma importante a municipios como Borja, Caspe, Fuendetodos, Mequinenza, Nonaspe y Tauste en Zaragoza o Aínsa, Graus, Jaca y Villanúa en Huesca. Otras plagas importantes que han afectado a Aragón también han sido los insectos escolítidos o la culebrilla en la encina o el roble.

Pero la causa a la que el Ministerio achaca mayor culpa de esta degradación es a la sequía y al estrés hídrico que ya causó el año pasado en los árboles y que este 2017 ha ido todavía a más.

Más presupuesto en la lucha contra incendios, ante un bosque “abandonado”

Este año el Gobierno de Aragón adelantó 15 días la puesta en marcha del operativo antiincendios, que comenzó el pasado 1 de junio, debido a las altas temperaturas. El presupuesto este año ha aumentado en 3,7 millones hasta llegar a los 26,3 en total y, como refuerzo a años venideros, se está ultimando un documento con planes de protección específicos para zonas de alto riesgo.

Unos esfuerzo que los profesionales que luchan de tú a tú contra los incendios cada año esperan que se vea a futuro en una mejora también en materia de prevención. “Los bosques ahora mismo están abandonados. Desde que la gente empezó a salir del mundo rural, muchos de ellos solo se limpian cuando pasamos nosotros durante los meses de primavera e invierno”, comenta Jorge Farled, representante de los trabajadores de las Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales de Daroca, un cuerpo de dependencia nacional que se dedica a acudir allí donde les llaman a luchar contra las llamas.

Cuestión aparte es también las condiciones que muchos de estos brigadistas han denunciado durante años, y ante las que siguen reivindicándose ante Tragsa, la empresa estatal ante las que responden. Además de solicitar su reconocimiento como Bomberos Forestales, estos trabajadores piden que se reconozca el riesgo ante el que están expuestos, y se facilite su reciclaje profesional una vez que cumplan una edad no apta para la labor que realizan.

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