Casi 17.000 aragoneses han sido atendidos por picadura de mosca negra este año

Los centros de salud de Zaragoza ya han alcanzado las 9.396 asistencias por picaduras, superando las consultas anuales que se han registrado desde 2013.

Las algas en el río Ebro –imagen tomada anteayer– favorecen la reproducción de la mosca negra.
Las algas en el río Ebro –imagen tomada anteayer– favorecen la reproducción de la mosca negra.
R. Labodía

Los ataques de la mosca negra se han multiplicado durante las últimas semanas. Los centros de salud de la Comunidad aragonesa han atendido por picadura de insectos desde principios de junio una media de más de 1.500 casos a la semana (entre 1.088 y 2.268). Los zaragozanos, sin duda, son los más afectados.  De las 16.721 consultas contabilizadas por este motivo en lo que va de año, en Zaragoza capital ya se han alcanzado las 9.396, récord en los últimos cinco años.

Los expertos ya advirtieron en primavera de que 2017 iba a ser un año complicado ya que las condiciones ambientales y meteorológicas favorecían la reproducción de este insecto, sobre todo, en los ejes de los ríos. La falta de lluvias ha dejado los niveles de caudal bajo mínimos y no se han registrado crecidas que hayan arrastrado las algas que favorecen la cría de estos insectos. Así, la mosca negra ha encontrado el lugar perfecto para reproducirse. De hecho, los expertos han constatado un nivel de insectos superior al de los últimos años.

Ante la proliferación de la mosca negra, el Instituto Municipal de Salud Pública ha llevado a cabo varias tandas de tratamientos en el río Ebro a su paso por Zaragoza, pero también se ha tenido que actuar en la provincia de Huesca. La comarca de Monegros y 14 municipios del territorio han unido fuerzas para llevar a cabo un tratamiento urgente y de choque. En total, están previstas tres aplicaciones durante los meses de julio, agosto y septiembre, todas ellas en los cauces de los ríos Flumen y Alcanadre.

Pero, de momento, las acciones para reducir las larvas de mosca negra parecen no ser suficientes en la lucha contra este díptero. Las atenciones por picaduras en los consultorios siguen siendo numerosas. La semana del 3 al 9 de julio registraron 1.853 consultas, pero fue desde la semana 19 (mediados de mayo) cuando se experimentó un "ascenso de consultas rápido y anticipado respecto a años anteriores", según reconocen desde Salud Pública. Y desde entonces, la escalada no ha parado.

Solo a los centros de salud –no se han contabilizado otros puntos de atención como las Urgencias– han llegado 16.721 personas por picaduras de insectos, la mayoría de la mosca negra. A este ritmo de incremento semanal, no sería raro que al acabar 2017 se hubieran superado las cifras anuales del último lustro. Por ejemplo, durante todo el 2016 se registraron 21.539 atenciones; en 2015, 22.137; en 2014, 21.987 y en 2013, 22.024.

Récord de Zaragoza

Lo que es seguro es que Zaragoza ya ha superado el récord de atenciones desde 2013. Así lo demuestran los últimos datos facilitados por la dirección de Salud Pública del Gobierno de Aragón. En lo que va de año, 9.396 personas ya han acudido a los centros de salud de la capital aragonesa por picaduras, cuando en todo 2016 fueron 8.278 (una cifra similar desde 2014). No obstante, parece que  no se llegará a las 18.000 atenciones que se alcanzaron en Zaragoza ciudad en 2012.

Pero, ¿qué tienen de particular las picaduras de la mosca negra y por qué se disparan las atenciones? Las heridas que provocan estos insectos son muy diferentes a los habones de los clásicos mosquitos. La mosca negra normalmente desgarra la piel y es lo que ocasiona los problemas (incluso por las alergias y reacciones que se producen). Para prevenir picaduras, los expertos aconsejan usar repelentes, pantalones largos y no frecuentar las zonas de hierba corta y las cercanas a las riberas, aunque esta mosca puede actuar en un radio de 30 kilómetros.

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