"Mi hija no podía ir a clase tras un trasplante, y la DGA no le ofreció la atención suficiente"

El Justicia pide que la DGA regule la atención educativa domiciliaria en el medio rural, tras la queja de la familia de Mallén.

Ana Sánchez y su familia: su padre, Ángel; su hermano, Santiago, y su madre Mari Carmen.
Ana Sánchez y su familia: su padre, Ángel; su hermano, Santiago, y su madre Mari Carmen.
A. S.

Si un escolar está convaleciente por una enfermedad de larga duración y no puede acudir a clase tiene derecho a recibir atención educativa en casa. Pero esta atención depende de dónde viva, según denuncia el Justicia de Aragón, Fernando García Vicente. El Justicia ha pedido al Departamento de Educación que "regule la organización y funcionamiento del servicio de atención educativa domiciliaria", tras la queja de una familia de Mallén.

Ana, vecina de Mallén de 14 años, fue sometida a un trasplante de médula ósea en el hospital de La Paz de Madrid en septiembre de 2016. El trasplante -de su propio hermano- era necesario para curar una enfermedad rara que padecía: falta de proteína GATA2 en la sangre. La operación se realizó el 5 de septiembre sin complicaciones y Ana permaneció en el hospital hasta mediados de octubre. Mientras estuvo ingresada, recibía clase en las aulas hospitalarias de La Paz para ponerse al día con su curso, 2º de la ESO.

"Cuando llegó el momento de darle el alta hospitalaria, los médicos nos dijeron que no podría acudir a su instituto hasta el tercer trimestre, después de las vacaciones de Semana Santa. Nos informaron de que no sería ningún problema para ella porque en todas las comunidades autónomas existen equipos de atención domiciliaria. Pero al volver a casa vimos que no era exactamente así", cuenta Ángel Sánchez, el padre de Ana.

La familia se puso en contacto con la dirección del instituto, IES Valle del Huecha de Mallén. "Nos dijeron que no había ningún equipo específico y organizaron una solución. Una profesora venía cinco horas semanales a casa para darle clase. Estamos muy agradecidos a la dirección y a los profesores del instituto por el esfuerzo que hicieron. Pero cinco horas a la semana eran insuficientes para 2º de la ESO y la DGA no nos ofreció nada más", se lamenta Ángel.

La directora del instituto transmitió las quejas de la familia en enero a la Inspección educativa. Y la respuesta que recibieron fue que no se podía ampliar. "La actuación general ante estos casos en la zona rural es la atención del alumnado por parte de profesorado que está contratado en jornada no completa. Dada la dificultad para encontrar dicho perfil, la auxiliar de conversación del centro inició la atención educativa de la alumna en su domicilio con cinco horas semanales. Tras la solicitud de la familia de la ampliación del número de horas, desde el servicio de Inspección Educativa se informa a la familia de que no hay posibilidad de atender la ampliación del contrato", informó la DGA al Justicia.

Sugerencia del Justicia

"En nuestra opinión, no cabe entender que un alumno convaleciente de larga duración se vea privado de la prestación de un servicio de atención domiciliaria educativa completo y de calidad en razón de su lugar de residencia. Estimamos que para poder atender las necesidades de esos alumnos, cada Dirección Provincial debería contar con equipos de atención domiciliaria, tanto en el medio urbano como en el rural", señala el Justicia en un escrito publicado esta semana.

Desde el Departamento de Educación explican que la atención educativa domiciliaria sí está regulada en Aragón. "Este servicio se ofrece en la ciudad de Zaragoza, porque es donde hay más casos y la mayoría de las atenciones hospitalarias a niños y adolescentes. El centro donde estudia el alumno solicita este servicio. La atención domiciliaria sirve de nexo de unión entre el colegio o instituto y el alumno. No va un profesor a casa a dar clase de cada asignatura en concreto, sino a coordinar el trabajo. Fuera de Zaragoza, el Departamento se plantea cambiar los horarios de los profesores para que uno se encargue de esta atención", explican fuentes del Departamento.

El Justicia señala que en otras comunidades autónomas la atención educativa domiciliaria está mejor regulada y es más amplia, como en País Vasco, Castilla y León, Madrid, Galicia, Murcia y Comunidad Valenciana. En esta última, un alumno convaleciente de 2º de la ESO, como el caso de Ana, podría llegar a recibir 18 horas semanales de clase en casa.

Ana empezará 3º de la ESO

Finalmente, Ana consiguió aprobar 2º de la ESO con mucho esfuerzo. "Los médicos dijeron en el tercer trimestre que aún era pronto para volver a una clase con todos los compañeros. Así que iba tres horas al día ella sola a una aula. Ahora estamos esperando a que los médicos valoren si en septiembre puede reincorporarse con sus compañeros con normalidad. Ella está bien y no ha tenido ninguna recaída", explica el padre.

"Esperamos que la DGA atienda la sugerencia del Justicia, y otros niños que lo necesiten puedan recibir en el futuro una buena atención educativa domiciliaria", subraya Ángel Sánchez.

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