¿Cuántas veces al año acudimos al médico de familia?

Las consultas al personal de enfermería se reducen a la mitad: 2,5 veces al año.

Centro de Canal Imperial-San José Sur.
Centro de Canal Imperial-San José Sur.
SALUD

Miles de aragoneses acuden cada año a su centro de salud para ser atendidos por el personal médico o enfermero. De hecho, según los datos facilitados por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, cada aragonés visita a su médico de cabecera una media de 5,3 veces al año; mientras que acude 2,5 veces a la consulta de enfermería. Algunos pensarán ¿quién ha ido las otras cuatro o tres veces que yo no he estado? Por el contrario, otros acumulan hasta una decena de visitas al año. Por ello, no es de extrañar que estas cifras varíen de forma importante de una comunidad a otra, aunque Aragón consigue situarse cerca de la media en ambas situaciones.

En el caso de los médicos, los castellanoleoneses son los que más los visitan: hasta 8 veces de media al año. Por detrás se encuentran los residentes en Extremadura (7) y Castilla-La Mancha (6,2). Todas ellas con poblaciones bastante envejecidas. “Cuanto mayor es la edad media de los residentes, más visitas hay a los centros de salud. Por ello, hay que destacar que en Aragón, a pesar del elevado envejecimiento de la población, tenemos un sistema que permite que las visitas sean menores y que no se sature el servicio de atención primaria, a excepción, de las épocas de epidemias”, recalca Belén Lomba, vicepresidenta del Colegio Oficial de Médicos de Zaragoza.

En el lado contrario de la tabla se encuentran poblaciones como la de las Islas Baleares, donde solo van al médico 3,8 veces al año. Con frecuencias similares están Cataluña (4) y la Comunidad Valenciana (4,6). Por su parte, el personal de enfermería tiene menor demanda: de las 4,2 consultas por persona y año en Castilla y León a las 2 de Cataluña. La media nacional se encuentra en 2,9. “La razón por la que algunos pacientes se inclinan por pedir cita en medicina en vez de en enfermería es porque generalmente el personal de este segundo servicio suele rotar más. Los residentes quieren que siempre les atienda el mismo profesional, que es a la que le cuentan sus problemas; por ello, se suelen decantar por acudir al médico”, especifica.

No obstante, según explica, en los centros de salud, médicos y enfermeros trabajan de manera coordinada. “Para el seguimiento del paciente, especialmente en el caso de los crónicos, trabajamos conjuntamente. Por ejemplo, a una persona con la tensión alta, primero se le atiende en medicina y para las consultas posteriores, en enfermería. Si el enfermero detecta que hay algo fuera de los parámetros normales, nos consulta y tomamos la decisión que consideramos más adecuada”, especifica.

Asimismo, detalla que en los últimos años se han implantado varias opciones para que los centros de salud estén lo menos saturados posible. “Con la receta electrónica, los pacientes ya no tienen que venir todos los meses a buscar su medicación. Además, como hay que renovarla cada año, en muchos centros de salud se ha puesto un casillero para que, si no hay cambios, el paciente deje la receta y nosotros se la renovamos. En el caso de que veamos alguna anomalía o duda, les llamamos para que vengan a consulta”, subraya.

Otra variante es la atención telefónica. “Cada vez es más común que, cuando son consultas sencillas, atendamos a los enfermos crónicos a través del teléfono; así ellos se evitan el viaje y los centros no están tan llenos”, recalca. Del mismo modo se están poniendo en marcha nuevas gestiones en las bajas laborales, que tradicionalmente se firman cada semana: “Si vemos que una patología va para largo, a veces, alargamos las visitas a semana y media o cada dos semanas”.

Asistencia en casa

En ocasiones, los pacientes no pueden desplazarse a los centros de salud, por lo que es el médico o enfermero el que acude al domicilio. En este aspecto, el informe elaborado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad no ofrece datos por comunidades autónomas y solo se centra en los naciones. Aun así, esta atención domiciliaria supone el 4% de la actividad y cada año se realizan 13,3 millones de visitas. La gran mayoría de ellas (9,9 millones) corresponden al personal de enfermería.

De hecho, con la nueva estrategia que va a instaurar el Gobierno de Aragón, es probable que estas atenciones crezcan ligeramente. El departamento de Sanidad está trabajando en una medida de atención a crónicos, unos 15.000 en Aragón. Esta estrategia se centrará en visitas de enfermería en el domicilio, junto a un trabajador social. En estos casos, si es necesario un ingreso, se podrá gestionar directamente desde el domicilio, sin necesidad de pasar por Urgencias. Todo ello se llevará a cabo a través de la telemedicina.

Perfil del paciente: mayor y crónico

La mayor frecuencia de atención es a pacientes de 85 a 89 años, que acuden una media de 11 veces al año al médico de cabecera y casi tantas a la enfermera. Posteriormente, con frecuencias también muy elevada están los que han cumplido más de 65 años y los que tienen menos de cuatro. Por su parte, entre los cinco y los 55 años, la media se encuentra por debajo de las cinco visitas al año. “A la hora de organizar los cupos de cada médico se intenta que estén compensados, es decir, que haya igual volumen de jóvenes que de mayores; al igual que en pediatría se procura que un médico no trate a solo menores de cinco años (porque las consultas son más periódicas)”, subraya Lomba.

Teniendo en cuenta que las personas que más acuden a los centros de salud son de edad media y ancianos, no es extraño que se repitan determinadas patologías. “Lo más común son problemas reumatológicos y articulares como pueden ser las lumbalgias o lar atritis”, especifica Lomba. Del mismo modo, reconoce que en estos últimos años también han sido habituales las patologías sociales: “Se basaban en un descontento general con la sociedad, el trabajo, la economía... y todo ello acababa repercutiendo en la salud de la persona, especialmente, a través de patologías psicológicas”.

Según los datos nacionales, los problemas varían en función de la edad. En el caso de menores de 15 años abundan las dolencias de tipo respiratorio (tasa de 1.223,3 por cada 1.000 personas asignadas), problemas generales e inespecíficos (872,2), de aparato digestivo (665,7) y de piel (619,4). Entre aquellos que tienen más de 15 años, la dolencia más repetida se debe a problemas del aparato locomotor (715,9), problemas generales e inespecíficos (624,3) o del aparato respiratorio (494,8).

En los mayores de 64 años el principal motivo de consulta son los problemas de aparato circulatorio (tasa de 1.156,0 por cada 1.000 personas asignadas) y aparato locomotor (1.094,0), seguido de problemas generales e inespecíficos (988,4) y del aparato endocrino, metabolismo y nutrición (801,2).

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