Del infinito bucle de las subastas a la bolsa de alquiler social

Desde principios de 2016 se han adscrito a la bolsa autonómica nueve viviendas procedentes de herencias sin heredero.

Una de las viviendas de abintestatos que han entrado a la Bolsa de Alquiler Social
Una de las viviendas de abintestatos que han entrado a la Bolsa de Alquiler Social
DGA

En la avenida de Madrid de Zaragoza hay un piso que llevaba más de una década a la espera de conocer su destino. Formaba parte del patrimonio acumulado en vida por una aragonesa que falleció sin dejar testamento y, a falta de herederos, se acabó designando en 2005 a la Comunidad Autónoma como su heredera legal. El departamento de Hacienda intentó venderlo mediante subasta pública en 2008, volvió a hacer lo propio en 2009 y lo reintentó en el 2010 bajando el precio de salida más de un 37%. Aun así, no lo consiguió, por lo que el piso volvió a salir a subasta en 2012, en 2013 y otras dos veces en 2014. Como no dio resultado, durante el año 2015 estuvo anunciado en el apartado de bienes en adjudicación directa del área de Patrimonio. Es decir, cualquiera podía hacerse con solo ofrecer el precio de salida. Nadie lo hizo. Ahora, por fin, parece que el Gobierno de Aragón ha encontrado un uso para él y para otros ocho inmuebles heredados que se encontraban en un limbo similar.

A finales de 2014 se aprobó un decreto que introdujo varias novedades fundamentales en los casos de sucesión legal a favor de la Comunidad Autónoma. Entre otros aspectos, se especificaba que los bienes materiales que hubiesen pasado por tres subastas sin conseguir venderse pasarían a incorporarse al patrimonio de la Comunidad Autonóma para dedicarse a fines de carácter social. Este artículo fue el que provocó que el piso de la avenida de Madrid saliese, junto a otros tres inmuebles, del infructuoso bucle de las subastas. Ninguno de los cuatro entró ya en la que se celebró en el 2016 y ese mismo año la Junta Distribuidora de Herencias acordó adscribirlos al departamento de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda para que fuesen incluidos en la Bolsa de Viviendas de Alquiler Social.

Ese mismo decreto incluyó una excepción por la cual el Gobierno de Aragón ya no se ve obligado a enajenar todos los bienes procedentes de un abintestato antes de repartir el resto de la herencia entre proyectos de carácter social e introdujo, a su vez, la posibilidad de destinar directamente a fines de asistencia social aquellos inmuebles que se consideren aptos.

Por eso, y por un mandato de las Cortes que insta al Gobierno a destinar a vivienda social los que reúnan los requisitos adecuados, en los últimos meses se han incluido en la bolsa autonómica de alquiler social otros cinco inmuebles procedentes de herencias sin heredero, aunque estos últimos nunca habían llegado a salir a subasta. Es el caso de cuatro viviendas ubicadas en Zaragoza y de otra sita en Ejea de los Caballeros. Las cinco casas pertenecieron a vecinos de la Comunidad que a su muerte dejaron también fondos en metálico. Algunos de esos fondos ya se distribuyeron entre entidades de carácter social en el reparto que ejecutó la Junta Distribuidora en 2015 y otros van a entrar en el reparto que se anunció este martes y que se celebrará el próximo 8 de septiembre.

De todas formas, desde Hacienda matizan que no todas las casas que ya han salido a subasta tres veces se están incorporando al patrimonio de la DGA. Aquellas que por sus características no son de interés para la prestación de servicios públicos siguen estando pendientes de venta. Es el caso, por ejemplo, de una casa en Grañén y de otra en Vierlas que están a día de hoy en adjudicación directa.

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