Más de 2.000 personas marchan en Andorra por un futuro digno para la cuenca minera

El tiempo pasa y las soluciones no llegan a la cuenca minera turolense. La incertidumbre creada por esta situación sacó ayer a más de 2.000 personas a las calles de Andorra. Salieron a reivindicar un futuro con la central térmica de Andorra más allá de 2020 y, sobre todo, planes firmes, serios y reales, de reindustrialización.

A la cita, que convocó el Ayuntamiento de Andorra, se unieron los sindicatos y agentes sociales y empresariales. Quince minutos antes de las 20.30 ya comenzaron a llegar los primeros manifestantes, tanto de la localidad como de decenas de poblaciones del Bajo Aragón Histórico. Tampoco faltaron los miembros de la Mesa por el futuro y la reindustrialización de Andorra Sierra de Arcos –formada por representantes de toda la sociedad comarcal– ni el colectivo de Mujeres del Carbón.

Igualmente, se vio una amplia representación de la agrupación de pensionistas de Comisiones Obreras Aragón, que fueron los que más animaron la protesta, entonando consignas sobre la lucha de la clase obrera y haciendo sonar silbatos durante todo el recorrido. Entre el gentío se dejaron ver vecinos de Andorra, Ariño, Gargallo, Alcañiz, Alcorisa, Albalate, La Puebla, Urrea, Vinaceite y Calanda, entre otros muchos pueblos. También estuvieron los de Estercuel, que llevaron su pancarta identificativa.

"La hemos convocado ahora por ser el momento clave después de que Enel levantara las alarmas en la última Junta de accionistas sobre la no inversión. El Ayuntamiento debía encabezar esta marcha, a la que se han sumado los sindicatos, porque no podemos aguantar más la incertidumbre", dijo la alcaldesa, Sofía Ciércoles.

Inversión

Antes de salir a recorrer las calles, la alcaldesa, arropada por los ediles de los partidos con representación municipal, leyó desde un balcón de la plaza del Regallo el manifiesto que se aprobó en pleno. Se subrayó la necesidad de que Endesa invierta en la central térmica los 190 millones de euros que se necesitan para que no tenga que cerrar en 2020 y también se exigió a los gobiernos Central y Autonómico planes de reindustrialización reales y eficaces que permitan desarrollar actividades económicas alternativas al carbón.

Por otra parte, también se reclamó "la redacción, presentación y aprobación de un Plan Energético Nacional que sitúe en el año 2050 el horizonte del 100% de energías renovables y autosuficientes". En definitiva, se clamó "por un futuro digno", una proclama a la que se unieron también los representantes regionales de UGT y CC. OO., que tomaron la palabra para mostrar su apoyo a la causa. Hubo mensajes para los que se quedaron en casa, a todos "aquellos que se piensan que la cosa no va con ellos".

En el documento se recordó que son más de 4.000 empleos, entre directos e indirectos, los que dependen de la pervivencia de la central. Además de que el cierre "supondría el descenso de población y con él, la extinción de servicios como la sanidad o la educación", añadieron.

La marcha partió a las 20.45 de la plaza del Regallo rumbo a la avenida San Jorge para retornar al punto de partida. La encabezó el Ayuntamiento con la pancarta: "Andorra, en defensa de la Central Térmica y la reindustrialización de la comarca". No fue la única. Continuaron los sindicatos, la mesa minera comarcal, los vecinos de Estercuel, el partido Izquierda Unida y los Pensionistas de Comisiones que también portaron sus lemas reivindicativos.

Hubo representantes políticos regionales de todos los partidos, además de varios diputados nacionales. También varios alcaldes y ediles, como Joaquín Noé. El alcalde de Ariño y minero, reivindicó que la "reindustrialización debe dejar de ser un plan B para pasar a ser el A de toda acción política".