Con cifras propias de desiertos demográficos y niveles que la sitúan como la tercera región europea más envejecida, el futuro de muchos pueblos del medio rural aragonés está en verdadero peligro. Desde 2001 y hasta 2016, casi ocho de cada diez pueblos de la Comunidad perdieron vecinos. La despoblación se ha cebado especialmente con los más pequeños, muchos de los cuales corren riesgo de desaparecer.

Según el organismo estadístico de la Unión Europea, Eurostat, Aragón está en el triste pódium de las regiones con más población de mayor edad. La medalla de oro se la lleva Castilla y León, la plata la región francesa de Limousin y el bronce, Aragón. Por provincias, Teruel está en el ‘top ten’ con mayor porcentaje de población por encima de los 85 años. Los criterios de la UE determinan que las zonas especialmente azotadas por la despoblación son las que tienen menos de 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado. Y en España, solo Soria, Teruel y Cuenca cumplen esta situación.

Un análisis de la evolución de la población aragonesa entre 2011 y 2016 permite constatar que Aragón es una de las comunidades más afectadas por la pérdida de habitantes. Y esto se traduce en una progresiva pérdida de peso demográfico a nivel estatal, pasando de representar el 4,90% en 1900 a un 2,81% en 2016.

La población aragonesa experimentó un importante crecimiento entre 2001 y 2012, pero a partir de entonces inició un retroceso que se mantiene. Por comarcas, 18 de las 33 han tenido una tendencia regresiva y ha sido Campo de Belchite la más afectada, con una pérdida de población cercana al 15%. En el otro lado de la balanza, Valdejalón ha ofrecido datos muy positivos entre 2001 y 2016. Por municipios, 540 de los 731 que hay en Aragón han reducido sus habitantes. El 81% de los de menos de cien habitantes siguieron perdiendo.

La baja densidad de población y las elevadas tasas de envejecimiento, "producirán un paulatino descenso demográfico con la despoblación total de los núcleos rurales menores, que quedarán convertidos en segundas residencias". Así lo explica el catedrático Francisco Burillo, promotor del proyecto Serranía Celtibérica (incluye municipios de diez provincias) y cuyo equipo de investigación ha exigido en muchas ocasiones medidas urgentes para frenar la "lacra de la despoblación".

Este problema está en los debates políticos y este mismo mes, el 22 y 23 de junio, se analizará en un congreso en Huesca. De las cifras se ha pasado a las iniciativas. El pasado 22 de mayo se sometió a información pública el proyecto de directriz de Política Demográfica y contra la Despoblación en el que trabaja desde hace más de un año el Departamento de Vertebración del Territorio de la DGA.

Fuentes del Gobierno de Aragón explicaron que es "la primera vez que existe un documento de estas características". Hubo un plan anterior, en 2001, que no se llevó a cabo. "Aragón ha sido pionero en este sentido. El modelo y el proceso para elaborarlo ya ha despertado interés en Castilla León, La Mancha o Galicia", explica el director general de Ordenación del Territorio, Joaquín Palacín. La innovación se centra en 15 ejes –mercado laboral, equipamientos, tecnologías de la comunicación...–, que se dividen en medidas para hacer frente a los problemas de ámbito demográfico.

También desde la Diputación de Zaragoza han tomado cartas en el asunto. En los próximos días, la institución firmará un protocolo de colaboración con la Universidad de Zaragoza para poner en marcha una cátedra sobre despoblación a la que se le quiere dar un enfoque muy práctico. Ultiman la puesta en marcha del consejo provincial de Desarrollo Rural y Contra la Despoblación, que canalizará la participación del tejido socioeconómico en las políticas que fomenten un desarrollo armónico del Cuarto Espacio