Los talleres mecánicos se han topado con un nuevo intruso en su sector. Son los denominados talleres móviles, o lo que es lo mismo, vehículos equipados con toda la herramienta y maquinaria necesaria para realizar reparaciones a domicilio. Una práctica que “está floreciendo en los últimos años”, según denuncia José Antonio Mora, miembro de la junta directiva de la Asociación de Talleres de Reparación de Vehículos de Zaragoza (Atarvez).

El problema, señala, es que este tipo de negocios “están aprovechando un vacío legal del Real Decreto que regula nuestra actividad”. Una normativa que data de 1986, por lo que “está desfasada y habría que actualizarla”, apunta Mora.

De hecho, todo el sector ha mostrado su oposición. Desde la Confederación Española de Talleres de Reparación de Automóviles y Afines (Cetraa) anuncian que están estudiando presentar una demanda ante la “proliferación” de los talleres móviles “que fundamentan su existencia en una situación de alegalidad por no encontrarse regulados ni prohibidos en la normativa actual”, indican en un comunicado.

“Los talleres legalmente constituidos deben dar cumplimiento a un conjunto de normas en materia medioambiental (gestión de residuos), de seguridad industrial (control de sus instalaciones y reglamentación específica), de ámbito municipal (licencia ambiental) y de consumo (garantía de la reparación e información al usuario) que les constituye, además, en garantes de la seguridad vial”, recuerdan.

Sin embargo, “el taller móvil difícilmente va a poder dar cumplimiento a toda esta normativa. ¿Cómo y dónde almacenará los residuos generados? ¿A quién entregará esos residuos? ¿Qué control metrológico y de seguridad seguirá su maquinaria?”, pregunta la patronal. El citado Real Decreto establece en su artículo 4 que “la actividad de asistencia mecánica o eléctrica en carretera deberá ser realizada como servicio dependiente de un taller, por medios propios o por colaboración de terceros”. Un texto que no aclara al cien por cien la actividad de los talleres móviles.

Asistencia en carretera

Como explica Mora, “una cosa es dar asistencia en carretera, o tener un permiso para reparar una luna en carretera, y otra dar un servicio a domicilio sin licencia, ni factura, ni un taller físico en el que apoyarse”. De hecho, desde el sector se desprende que una modificación del reglamento permitiría dar cabida a algún servicio similar pero legal, que atendiera las necesidades, por ejemplo, de zonas rurales y apartadas.

La batalla viene de lejos, y agentes como la Federación Española de Empresarios Profesionales de Automoción (Conepa) llevan años reclamando al Gobierno un cambio de regulación, y consideran que la que afecte a los talleres móviles “no puede ocasionar agravios comparativos con los talleres fijos”.