El DAR-AA es el oráculo de la violencia machista en España. Su objetivo es predecir y ayuda a prevenir posibles agresiones antes de que sucedan y aunque lo parezca, no forma parte de un guión de película de ciencia ficción. Se trata de la herramienta tecnológica que presentó en febrero el Ministerio del Interior y desde que se activó detecta cada mes más de 6.800 situaciones de riesgo en toda España. Ella sola, aunque en base a una serie de indicadores, sopesa el peligro que corre en cada momento una mujer víctima de violencia de género y, cuando detecta un cambio o un incremento, envía alertas a la unidad policial que sigue el caso y le recomienda intensificar las medidas de protección.

Su objetivo, al fin y al cabo, es tratar de evitar que se repitan casos como los de Soraya Gutiérrez o Alexandra Rodica, dos de las tres mujeres que fueron asesinadas a lo largo del 2016 en Aragón por sus parejas o exparejas. Las dos habían denunciado a su agresor y el fatal desenlace de sus casos evidenció que las medidas aplicadas no resultaban suficientes.

Casi 500 avisos en diez semanas

El DAR-AA (por Detección Automatizada del Riesgo de Agresiones) se puso en marcha el 15 de febrero y a principios de este mes de mayo ya había enviado 491 avisos a las unidades policiales de Aragón. El ritmo, además, va en aumento y desde la Unidad de Familia y Atención a la Mujer de la Policía Nacional en Aragón (UFAM) aseguran que ya reciben cada día una treintena de alertas a través del DAR-AA. Eso sí, esta herramienta no tiene poderes precognitivos como los de los oráculos de 'Minority Report' y necesita que los casos hayan sido denunciados con anterioridad y que figuren en el Sistema VioGén para poder analizarlos. Ninguno de los tres hombres que este fin de semana asesinaron a sus parejas en España había sido denunciado.

Revisar casos inactivos

El Sistema de Seguimiento Integral de los casos de Violencia de Género (VioGén) tenía registrados a finales de abril un total de 12.141 casos de violencia de género solo en Aragón, aunque apenas 1.500 reciben un seguimiento a día de hoy. El resto, más de 10.600, están catalogados como 'inactivos', por lo que se considera que "temporalmente no es preciso que sean objeto de atención policial". Estos casos pueden reactivarse en cualquier momento si hay razones para ello y esa es precisamente una de las misiones más importantes de la herramienta DAR-AA: detectar cuándo un caso debe reactivarse, aunque también determinar cuándo sería conveniente incrementar el nivel de riesgo de los casos activos y por tanto intensificar las medidas de protección a las víctimas.

A lo largo del año pasado los juzgados aragoneses tramitaron 957 peticiones de órdenes de protección y otorgaron 805, reconociendo a todas estas mujeres como víctimas de violencia machista. A principios de este mes de mayo había un caso identificado como de riesgo extremo en Aragón (lo que implica protección policial las 24 horas); cinco como de riesgo alto, 136 como de riesgo medio, 829 como de bajo riesgo y además otros 527 casos activos catalogados como 'de riesgo no apreciado', por lo que en principio se revisaban cada tres meses. Ahora DAR-AA notificará cualquier cambio de inmediato.

Indicadores clave

Según los datos aportados por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, desde el año 2006 han sido asesinadas en Aragón 23 mujeres por sus parejas o exparejas. Solo en tres de los casos había constancia de denuncia previa y dos de ellos son precisamente los de Soraya y Alexandra, dos de los tres asesinatos machistas que se registraron el año pasado en la Comunidad. Entre la treintena de indicadores de riesgo que detecta el DAR-AA y que le llevan a aconsejar incrementar los niveles de seguridad sobre la víctima figuran, por ejemplo, el hecho de que un mismo autor esté relacionado con otros casos de violencia de género o que haya intentado suicidarse. El asesino de Soraya había sido denunciado años antes por otra mujer y trató de quitarse la vida dos meses antes de matarla en el bar Planet.

DAR-AA también tiene en cuenta que la mujer ya haya portado un dispositivo telemático o que haya sido víctima de otro maltratador; también que el autor haya desarrollado algún tipo de adicción o que uno de los dos sufra algún trastorno mental, entre otros indicadores que, según avanzó el Ministerio del Interior durante la presentación, se irán enriqueciendo poco a poco.