La mayoría de pacientes creen que su intimidad en el entorno sanitario está protegida de manera adecuada, aunque reconocen que hay aspectos que la hacen más vulnerable y deberían cambiarse. Consideran necesario mejorar las instalaciones para reforzar esta privacidad, por ejemplo con habitaciones individuales en los nuevos hospitales, y fomentar la formación académica de las profesiones sanitarias, incluso desde los primeros cursos de la carrera.

Un estudio de la cátedra de Medicina Legal de la Universidad de Zaragoza analizó la percepción de usuarios y facultativos sobre la intimidad y la privacidad en la atención sanitaria del hospital Royo Villanova de Zaragoza. Recogió los datos de alrededor de 300 pacientes y de gran parte de la plantilla de médicos del centro.

La protección de la intimidad es fundamental en gran parte de los aspectos de la vida de una persona, pero incluso toma mayor protagonismo cuando accede a un centro sanitario. Elaborado por el licenciado en Derecho y doctor en Medicina, Miguel Ariño, y dirigido por la catedrática de Medicina Legal, Begoña Martínez Jarreta, el informe recuerda que es durante el acto médico cuando se produce una recopilación "exhaustiva de información y tratamiento de esta". "Muchos datos pivotan sobre la esfera de la intimidad y sin una debida protección se puede originar lesiones al honor del paciente", detalla el estudio.

En la mayoría de las ocasiones la privacidad de los pacientes se respeta, pero en otras ese derecho se resquebraja, muchas veces de manera involuntaria. La hemeroteca está llena de ejemplos que lo constatan. La visita de un cargo público del anterior Ejecutivo a un hospital por una cuestión personal fue vox populi a los pocos minutos. Además, el Salud abrió en abril una investigación por la filtración de una foto de un paciente con una espada clavada en el pecho. Ya fuera de la Comunidad aragonesa, el Tribunal Superior de Justicia de Navarra condenó hace unos años al Servicio Navarro de Salud a pagar 125.000 euros a la padre y hermana de una paciente fallecida tras comprobarse los "2.825 accesos de 417 usuarios de 55 servicios distintos" a su historia clínica, que contenía instantáneas "especialmente duras del cuerpo de la mujer desnuda y en un estado impactante".

En el estudio, los pacientes manifiestan una "alta satisfacción" por la protección de su intimidad en el entorno sanitario, aunque admiten que existe la posibilidad de que se produzcan "vulneraciones" durante la práctica clínica (por ejemplo en determinadas exploraciones o pruebas). En ese sentido, según confirma el informe, un tercio de los pacientes estudiados achacan parte de los problemas a las instalaciones sanitarias.

"En un momento en el que se plantea la construcción de los hospitales de Teruel y Alcañiz se puede mejorar esta situación. Hacer, por ejemplo, habitaciones individuales", explica Ariño, que censura que muchos de los diagnósticos se comuniquen en un pasillo o algunas consultas estén separadas por unas simples cortinillas.

Por su parte, las conclusiones de la encuesta entre los profesionales también plantean mejoras. Solo una pequeña parte de los médicos especialistas consultados admiten poseer formación en derecho sanitario y la mayoría manifiesta su deseo de estar más formados en esta materia.

En ese sentido, la catedrática de Medicina Legal y Forense, Begoña Martínez Jarreta, destaca la necesidad de potenciar este temario tanto en la formación continuada de las profesiones sanitarias como en la universidad, donde a veces ha quedado relegado en los planes estudios por la delicada situación económica de los últimos años.