La biblioteca de la Facultad de Ciencias evita el ruido... con pelotas
El centro, gracias a una curiosa donación del Ayuntamiento, ataja la contaminación acústica en una sala donde el silencio es capital.
Pocas cosas fastidian más a un estudiante que acudir a la biblioteca para preparar un examen o un trabajo y toparse con el maleducado de turno que arrastra su silla y molesta a todos con el inoportuno ruido.
Esas situaciones se han acabado en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza, donde han decidido atajar este problema... con pelotas.
Y no es una cuestión de testosterona. El centro solicitó a la sociedad Zaragoza Deporte Municipal, integrada en el Consistorio de la capital aragonesa, las pelotas usadas de los cursos municipales de tenis. Éstas han sido recicladas y colocadas en las patas de las sillas para evitar ese desagradable chirriar.
La imagen resultante es tan simpática como práctica y a buen seguro que serán muchos los universitarios que agradecerán la medida.