El Salud no logra bajar la lista quirúrgica y siguen las mismas esperas que en 2015

Hace 2 años, 1.824 personas llevaban medio año pendientes de una operación y ahora suman 2.108. Según la Consejería la tendencia es descendente y en Trauma hay 600 pacientes menos que en 2016.

Imagen de archivo de una intervención en un quirófano de la red pública aragonesa.
El Salud no logra bajar la lista quirúrgica y siguen las mismas esperas que en 2015
Oliver Duch

Ha sido el problema por antonomasia del Departamento de Sanidad durante años y parece que el nuevo Ejecutivo autonómico tampoco ha dado con la clave para acabar con la lista de espera quirúrgica. Si durante el primer mes de gestión del PSOE en el Pignatelli había 1.824 aragoneses que llevaban más de medio año pendientes de pasar por quirófano, en abril la cifra se situó en 2.108, 284 más. Lo positivo es que ha conseguido mejorar un poco los resultados de algunas de las especialidades con más problemas, como es el caso de Traumatología.

Tras meses en los que las listas de espera llegaron a alcanzar máximos históricos, en enero de 2014 se disparó a los 7.500 pacientes, el PP consiguió con un plan de choque y el aumento de conciertos con la privada reducir antes de las elecciones esta cifra a los 763 pacientes. Un número que pasó a ser de 1.824 en el primer mes de mandato del actual consejero de Sanidad, Sebastián Celaya. Un incremento que el PSOE achacó entonces a cambios en los criterios de cálculo: ahora se tienen en cuenta los pacientes que ya están en parte quirúrgico con el preoperatorio hecho y a los que su historia clínica se ha derivado para ser intervenido en una clínica privada (algunos finalmente las rechazan y vuelven al sistema público).

Lo cierto es que, a mitad de legislatura, Celaya todavía no ha mejorado las cifras con las que comenzó a dirigir el Departamento de Sanidad. Sí que es verdad que tras unos meses de subida y que la lista llegara a alcanzar los más de 3.000 aragoneses a finales de 2015, el Salud tomó cartas en el asunto para, al menos, intentar contener la escalada y encontrar una solución "estructural" para las especialidades con más problemas.

Grupos de trabajo

Sanidad creó grupos de trabajo en los que han colaborado administración y especialistas para analizar cada servicio quirúrgico (recursos, rendimiento, personal) y establecer medidas concretas en cada uno de ellos. Traumatología, de hecho, es uno de las áreas que más preocupaba y preocupa, y en la que se han centrado buena parte de los esfuerzos.

Actualmente, su tendencia es descendente. Los pacientes en espera suman 939, pero la situación de partida, en junio de 2015, fue de 1.024 y se llegó en abril del año pasado a los 1.600. Lo que se intenta en esta especialidad es homogeneizar los criterios de inclusión en la lista de espera. En concreto, se ha empezado a trabajar en el tema de prótesis de rodilla para que todos los pacientes que sean operados cumplan los mismos requisitos. Por el contrario, no ha conseguido mejorar las cifras de Cirugía General y Digestivo y Neurocirugía. En junio de 2015 tenían en lista de espera quirúrgica 290 y 225 pacientes respectivamente, cuando ahora hay 374 y 262.

Tanto el consejero de Sanidad como el director general de Asistencia Sanitaria, Manuel García Encabo, han insistido en numerosas ocasiones que su intención es conseguir reducir las demoras sin planes de choque y con medidas que se mantengan en el tiempo. A principios de 2016, anunciaron que se iban a utilizar los recursos del sistema público al cien por cien.

Desde Sanidad se hace hincapié en que las iniciativas tomadas empiezan a dar sus frutos y han aumentado las intervenciones quirúrgicas programadas: las de mañana han registrado un incremento del 8% y las de tarde, de un 7%. No obstante, no han podido renunciar a concertar operaciones con clínicas privadas o ampliar su colaboración con otros centros, como el hospital General de la Defensa (Militar), donde se remiten entre 12 y 15 pacientes al mes de Cirugía General (del sector III).

Los expertos reconocen que acabar con la listas de espera quirúrgica es una tarea complicada porque la demanda se ha incrementado en los últimos años y está condicionada, en gran parte, por el envejecimiento de la población aragonesa. Sin embargo, los grupos de la oposición y las asociaciones de pacientes han recriminado al actual Ejecutivo que no haya conseguido bajarlas a niveles aceptables y que no se tomen medidas más concretas y efectivas para reducirlas.

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