Los ciclistas de Zaragoza opinan que el tramo más peligroso de las carreteras por donde salen todos los fines de semana es una recta de la N-330, entre María de Huerva y el final de la autovía A-23. El motivo es que se trata de una recta con mucho tráfico de vehículos que tiene un arcén sin arreglar y en malas condiciones, así como el asfalto con varios agujeros. Es un trazado de una antigua carretera nacional que se ha sustituido por la Autovía Mudéjar y la ruta más transitada por los ciclistas zaragozanos, pero necesita algún reasfaltado, un mínimo parcheo y tapado de agujeros. Además, denuncian que en el tramo entre Botorrita y Muel el asfalto está muy deteriorado.