Adjudicado el desdoblamiento de la N-232 entre Gallur y Mallén por 49,75 millones de euros

La catalana Copisa y la andaluza Sando asumen la obra con una rebaja del 40% tras desbancar a otras 30 empresas. La autovía llegará a Navarra en 2021 si no hay más retrasos.

Desdoblamiento de la carretera de Logroño.
Desdoblamiento de la carretera de Logroño.
Heraldo

El Ministerio de Fomento se va a ahorrar un 40% del coste fijado en la licitación de las obras de desdoblamiento de la N-232 entre Gallur y Mallén. Así se han comprometido las dos constructoras que se encargarán de acometer una de las infraestructuras más demandadas por Aragón, la catalana Copisa y la andaluza Sando, a las que se les ha adjudicado este tramo de la futura A-68 por 49,75 millones de euros, 32,3 menos del importe fijado en el concurso. Su baja económica desbancó a las 30 restantes.

La adjudicación no significa que se vayan a ver máquinas de forma inmediata, puesto que la partida presupuestaria para este año se limita a 1,4 millones. Con este dinero apenas dará para acometer en los próximos meses los trabajos previos al movimiento de tierras, consistente en el desvío de los servicios afectados.

Para hacerse una idea, el otro tramo del desdoblamiento pendiente en la provincia de Zaragoza, de Figueruelas a Gallur, se adjudicó en otoño 2015 y el movimiento de tierras no ha podido comenzar hasta hace menos de un mes. Y a estas alturas aún se deben resolver los problemas en el desvío de las conducciones eléctricas ante las diferencias que se mantienen con la eléctrica Endesa desde hace meses. Eso sí, ya se pueden ver excavadoras trabajando en la futura traza de la autovía.

El tramo Gallur-Mallén, adjudicado la semana pasada, mide algo más de catorce kilómetros, desde el punto donde acabará el desdoblamiento Figueruelas-Gallur, y el sector de la A-68 ya ejecutado en territorio navarro.

Si cumple la partida plurianual recogida en los presupuestos, el inicio efectivo de las obras será una realidad a lo largo del verano del próximo año gracias a los 9,27 millones reflejados. El grueso de la inversión se dejará para los tres años siguientes hasta completar el coste establecido en la adjudicación, 49,75 millones.

Para el año 2021 está previsto que acaben los dos tramos pendientes de la carretera de Logroño, por lo que se podrá circular con garantías de seguridad a lo largo de 43 kilómetros que ahora suponen uno de los puntos viarios más peligrosos de Aragón.

Para hacerlo posible, entre Gallur y Mallén se construirán cuatro enlaces y un semienlace, con los que se dará servicio a los dos citados municipios y a Cortes (Navarra). A lo largo del trazado se ejecutarán 15 estructuras: 5 pasos superiores, 6 pasos inferiores, 2 ampliaciones de pasos inferiores y 2 viaductos sobre el río Huecha.

Incidencias

El tramo Gallur-Mallén ha sufrido todo tipo de incidencias y retrasos desde que se redactara el estudio informativo en 2009. Solo el año pasado se paralizó su adjudicación junto a otros 43 contratos de servicios y obras de carreteras repartidos por todo el país. Y tras licitar de nuevo las obras, se valoraron la treintena de ofertas presentadas el pasado verano, aunque el cierre presupuestario bloqueó su adjudicación y ahora saldrán adelante.

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