Más de 1.700 denuncias a conductores por consumo de drogas en 2016

La DGT avisó de que intensificaría los controles y un año después se han disparado los partes de sanción.

La Policía Foral inspeccionó el tramo del camino de Las Norias donde se produjo el atropello mortal el domingo.
El tramo del camino donde se produjo el atropello mortal de un zaragozano en Navarra.
Nuria G. Landa/Diario de Navarra

Carlos Pellejero, el joven zaragozano que murió atropellado el pasado día 16, es una de las últimas víctimas de la acción negligente de un conductor que decidió ponerse al volante después de tomar drogas. En el citado caso, que supuso la pérdida de una vida humana de apenas 20 años, el homicida (de 28) reconoció ante el juez haber consumido cannabis y "al menos" tres rayas de cocaína.

El trágico suceso tuvo lugar más de un año después de que la Dirección General de Tráfico (DGT) avisara de que haría de la lucha contra el consumo de drogas al volante su nuevo gran caballo de batalla. El organismo anunció que multiplicaría los test en todo el territorio nacional -a excepción del País Vasco y Cataluña-... y cada vez es más frecuente escuchar a un conocido que ha sido sometido a una de estas pruebas.

Las estadísticas, doce meses después, hablan por sí solas. Según los datos facilitados por el Gobierno central a preguntas del diputado popular Ramón Moreno, durante 2016 se concretaron 1.717 denuncias contra automovilistas en las tres provincias aragonesas por conducir bajo los efectos de sustancias estupefacientes. Sólo 16 de estas corresponden a motoristas.

La cifra choca con la de años anteriores, si bien concuerda con el especial celo que Tráfico guarda y aplica a través de sus agentes. En 2015 fueron 1.228 las denuncias por este motivo en Aragón, mientras que un año antes, en 2014, se cazó a 364 automovilistas que habían supuestamente consumido drogas antes de realizar un trayecto.

¿Qué penas supone?

Si el conductor es sancionado por vía administrativa, la multa alcanza los mil euros y la pérdida de 6 puntos. Por vía judicial, se contemplan penas de prisión de 3 a 6 meses o multa de 6 a 12 meses o trabajos en beneficio de la comunidad de uno a tres meses junto a una privación del derecho a conducir que puede ir de uno a cuatro años.

El autor del atropello de Tudela se enfrenta a tres delitos -homicidio imprudente, lesiones y omisión del deber de socorro-. Pero lo cierto es que ya había sido denunciado hace dos semanas por conducir influenciado por los efectos del cannabis. Desde Stop Accidentes Aragón se lamenta que este joven pudiera ir al volante. El delegado en la Comunidad, Miguel Ángel Bernal, considera que "este caso se podría haber evitado si, como defendemos, se endureciesen las penas, que deberían ser ejemplarizantes".

Bernal apunta que "no basta con una pequeña sanción económica y la retirada de los puntos", sino que conducir tras haber bebido o tomado drogas "tendría que suponer una multa en relación a la renta de cada persona", además de la oportuna retirada del carnet. Por el contrario, el portavoz aragonés de Stop Accidentes se congratula pr los "suficientes" controles antidrogas que se efectúan a día de hoy.

Prohibido negarse al test de drogas

Antes de comenzar el test, el agente informa al conductor de la obligación de someterse a la prueba. Negarse es delito y supone una pena de prisión de seis meses a un año y privación del derecho a conducir de uno a cuatro años. Por lo general, primero se realiza una prueba de alcohol. A continuación, se toma una muestra de saliva con unos dispositivos especiales. A esta toma se le llama indiciaria y su objetivo es detectar la posible presencia por consumo reciente de sustancias ilegales.

En caso de que el test arroje un positivo en algún tipo de sustancia, se toma una segunda muestra, que se envía directamente a un laboratorio para su análisis. El conductor no podrá volver a ponerse al volante de su coche. El automovilista puede solicitar que se le realice un análisis de sangre como prueba de contraste. La extracción será realizada por personal sanitario en un centro hospitalario o de salud. Si es positivo, el solicitante deberá pagar los gastos.

Dudas sobre la fiabilidad

Desde Automovilistas Europeos Asociados (AEA) alertan de que "el hecho de sancionar la sola presencia de drogas puede dar falsos positivos ya que la prueba salival puede detectar rastros de consumo de hasta varios días antes del momento de la conducción ya que hay sustancias que perduran en el organismo, aunque no se esté bajo sus efectos". Ademas, añaden, "también algunos medicamentos de prescripción habitual pueden tener una estructura parecida a las drogas que detecta el aparato y pueden provocar falsos positivos en estas pruebas".

"En la actualidad, para detectar in situ la presencia de drogas en el organismo para su posterior análisis se realiza una prueba salival mediante un dispositivo autorizado. No obstante, este sistema detecta el tipo de sustancia consumida pero no la cantidad", concluyen desde la asociación.

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