Un sencillo pero emotivo homenaje a los autores del Himno de Aragón ha puesto hoy el colofón a tres jornadas de puertas abiertas en la sede central del gobierno aragonés, el Edificio Pignatelli, para celebrar la festividad de San Jorge, patrón de la comunidad.

Esta mañana, indican fuentes del ejecutivo autonómico, no ha habido tanta afluencia de público como el sábado y ayer, pero también ha habido mucha animación, propiciada por las "Alboradas" del Teatro Imaginario o la música de la Orquestina del Fabirol, aparte de las actividades habituales para niños y mayores.

El poeta Rosendo Tello ha sido la cara visible del homenaje al Himno de Aragón ya que los otros rapsodas que crearon junto a él la letra no han podido acudir: Ildefonso Manuel Gil falleció, Ángel Guinda estaba hoy enfermo y Manuel Vilas se encuentra en Estados Unidos.

Tampoco ha podido asistir el autor de la música, el compositor Antón García Abril, al perder esta mañana el AVE con el que iba a venir a Zaragoza por un atasco que le ha atrapado en Madrid.

El acto, introducido por el escritor José Luis Acín y con la participación del director general de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón, Nacho Escuín, ha tenido dos partes.

La primera ha consistido en una lectura de poemas a cargo de los rapsodas Luis Felipe Alegre, de "El Silbo Vulnerado", y José Luis Esteban. Y la segunda, un pequeño concierto a cargo de la Camerata del Conservatorio de Música de Aragón y del Cuarteto Quiroga.

José Luis Esteban ha recitado "Pueblos" y "Amor", de Manuel Vilas, y "Autorretrato" y "Ahora", de Ildefonso Manuel Gil. Luis Felipe Alegre ha interpretado "No", "Cajas" y "El mar", de Ángel Guinda, y "Reflexiones con misa de fondo" y "Serena Plenitud" de un Rosendo Tello enternecido.

Después, la parte musical, con "Cantos de Pleamar" y el propio Himno de Aragón del maestro García Abril, han avivado los aplausos del numeroso público que prácticamente llenaba la Sala de la Corona de Aragón.

Antes del homenaje, Teatro Imaginario ha ofrecido el espectáculo "Alboradas", construido con referencias a símbolos de la identidad de Aragón, entre ellos el "Canto a la Libertad", de José Antonio Labordeta y combinaba en todo el desarrollo músicas de gaiteros, del trío Luz d'Aragón (batería, clarinete y teclado) y de un grupo de bombos y tambores de Híjar.