A la espera de que las Cortes aprueben los presupuestos, la DGA prevé invertir este año 204.810 euros en el monasterio de Sijena. La partida permitirrá culminar la adecuación de la sala capitular para el retorno de los valiosos frescos, ordenado por sentencia judicial pese a la resistencia del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), donde siguen expuestos como uno de sus grandes reclamos.

Según fuentes de la Consejería que dirige Mayte Pérez, buena parte de la inversión irá destinada a sustituir la climatización instalada provisionalmente por un sistema que pocos museos poseen y que permite el control a distancia de las condiciones de humedad y temperatura. Además, se dotará al espacio de una nueva iluminación y se acometerá la restauración de la capilla del Santo Entierro.

Las dudas sobre las garantías de conservación de la sala capitular, en cuya rehabilitación la DGA invirtió el pasado año más de 250.000 euros, han sido utilizadas por Cataluña como excusa ante la juez que en julio de 2016 dictaminó la vuelta al cenobio de las pinturas de la sala capitular y de otros conjunto de frescos que exhibe el MNAC. No obstante, el Ejecutivo insiste en que cumple todas las condiciones necesarias tras su restauración, que incluyó la sustitución e impermeabilización de la cubierta, la consolidación de los arcos o la restauración de restos de pinturas románicas, entre otros trabajos.

El resultado se puede ver desde el pasado 27 de enero, cuando la sala capitular se abrió al público junto con el antiguo dormitorio de las cruces enteras, que el Gobierno autonómico habilitó ya en 2015, para albergar los 97 bienes que otro fallo judicial obligó a Cataluña a devolver al monasterio. No obstante, pasados dos años –se cumplieron el sábado día 8– de la sentencia que consideró ilegales las ventas de las monjas a la Generalitat y al MNAC, solo 51 piezas han regresado. Son las que retenía el museo barcelonés, que sostiene que otras dos de las que adquirió en su día están "ilocalizables".

Las 44 restantes, las más valiosas, siguen secuestradas en el Museo Diocesano de Lérida, que se niega a deshacerse de algunas de las obras más destacadas, como las tres cajas sepulcrales reclamadas. Pese a que Aragón pidió la ejecución provisional, incluso enviando a la Policía si era necesario, la juez parece estar dilatando la orden a la espera de que la Audiencia de Huesca resuelva el recurso de Cataluña y el fallo sea definitivo. La ejecución de la sentencia de las pinturas también sigue pendiente.